Las versiones sobre lo sucedido son varias y los familiares exigen a las autoridades una investigación más exhaustiva.
PUBLICIDADSe cumplen siete años de la dramática desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa, México.
Miles de personas marcharon este domingo por la capital de este país para exigir una vez más verdad y justicia en un caso difícil de olvidar: 43 jóvenes desaparecidos sobre cuyo destino ha habido tanta polémica como versiones.
"Creo que las instituciones de justicia han sido omisas en nuestro país", se lamentaba la activista Julia Plug. "Y no han dado una solución a estos padres que llevan siete años sufriendo desde la desaparición de sus hijos. Queremos exigirle al Gobierno, a nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador, que presione a las autoridades correspondientes para que este problema de las autoridades se solucione de inmediato".
Ángel Carlos Sánchez, escritor, también tenía claro el porqué de su asistencia a la multitudinaria marcha: "yo también me sumo a la petición que hicieron hace unos años los padres de que no se diga que los estudiantes están muertos hasta que no haya una investigación real que demuestre la situación. Que demuestre que los estudiantes han sido realmente incinerados".
Y es que según la versión del Gobierno de Enrique Peña Nieto, los 43 estudiantes habrían sido asesinados por el cártel Guerreros Unidos e incinerados en un basurero, si bien tanto el siguiente ejecutivo, el de López Obrador, como muchos familiares de los jóvenes y distintos grupos de investigación discrepan.
El entonces jefe de aquella investigación, Tomás Zerón, ahora mismo prófugo en Israel, está acusado de haber manipulado pruebas para sostener la polémica version del Gobierno de Peña Nieto.
En verdad, poco se sabe: on el tiempo ya han sido hallados los cuerpos sin vida de tres de los estudiantes, aunque el lugar donde estaban sus restos no ha hecho sino aumentar la controversia. Siete años después, la verdad sigue sin ver la luz.