El museo ha causado cierta controversia por su estilo inmersivo, más propio para algunos críticos de un "parque temático".
Pocos días después de cumplirse el 80 aniversario de la masacre de Babi Yar, quedó abierto oficialmente cerca del lugar de los hechos el centro memorial del Holocausto de Ucrania.
Una emotiva ceremonia sirvió para recordar a los más de 33.000 judíos, casi 34.000 que, en menos de 48 horas, fueron fusilados por los soldados nazis en este desfiladero a las afueras de Kiev.
"Este complejo nos permitirá sentir plenamente el horror, el dolor y el sufrimiento que han traído a la humanidad el nazismo, el racismo, el antisemitismo, la xenofobia y la intolerancia", decía en su intervención el presidente ucraniano Volodímir Zelenski. "Desgraciadamente esto no ayudará a los que fueron asesinados aquí, pero ayudará a los vivos, a los que deben conocerlo, recordarlo y contarlo a sus hijos y bisnietos".
Polémico tratamiento
Durante el emotivo acto también se revelaron los nombres de los 159 miembros de las SS que participaron en aquella masacre, acaecida entre el 29 y 30 de septiembre de 1941.
"¿Quién en mi país conoce hoy este Holocausto a balazos?", se preguntaba el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier, también presente en el acto, al igual que su homólogo israelí Isaac Herzog. "¿Quién conoce estos nombres empapados de sangre? Todos estos lugares no tienen un lugar adecuado en nuestra memoria. Ucrania sigue siendo demasiado pálida, demasiado sombría en nuestro mapa de la memoria", se lamentaba Steinmeier.
Bajo la dirección del siempre controvertido artista ruso Ilya Khrzhanovsky, el memorial del Holocausto de Kiev no ha dejado de ser polémico, al ser considerado por algunos expertos una especie de parque temático del Holocausto, indecoroso en su puesta en escena y en su funcionamiento. El visitante y el tiempo tendrán la última palabra.