Entre los manifestantes había también pequeños grupos de neofascistas.
PUBLICIDADFue una tarde de tensión y fuertes enfrentamientos en Roma. Lo que comenzó siendo una numerosa protesta en la capital italiana, con cerca de 10.000 personas, contra la controvertida tarjeta sanitaria y las restricciones derivadas de la pandemia, acabó desembocando en violentos choques entre las fuerzas del orden y los manifestantes, entre los que también había pequeños grupos de neofascistas.
Estos últimos fueron los que acabaron desencadenando los enfrentamientos después de lanzar bombas de humo a la sede del Gobierno, el palacio Chigi, y asaltar la sede de un sindicato.
Los agentes se vieron entonces obligados a emplear cañones de agua y gases lacrimógenos, transformando el centro de la ciudad en un escenario de caos. También hubo protestas similares, aunque a menor escala, en otras ciudades del país.
En el centro de la cuestión está el famoso 'pase verde', obligatorio a partir del 15 de octubre para todos los trabajadores, ya sean públicos o privados. El pase, que muestra que uno ya ha sido vacunado, ya ha superado la infección o ha dado negativo en una reciente prueba, ya es obligatorio en este país para entrar en restaurantes, museos, trenes, aviones y un sinfín de sitios más.