El exmandatario fue detenido la víspera de las elecciones municipales tras volver de ocho años de exilio.
PUBLICIDADCerca de 30.000 personas salieron a las calles de la capital georgiana para exigir la puesta en libertad del expresidente Mijaíl Saakashvili, detenido a principios de este mes nada más regresar de un largo exilio de ocho años en Ucrania. Una detención, según denuncian desde la oposición, claramente política.
El líder del Movimiento Nacional Unido, Nika Melia, se mostraba tajante al respecto: "No se trata sólo de salvar a Mijaíl Saakashvili como presidente. Se trata de salvar en primer lugar nuestro futuro", decía Melia, que dejaba claro que Georgia "no quiere vivir bajo un régimen como el de Lukashenko. No queremos ser la clase de estado que está muy lejos de ser una democracia. La noche de hoy es muy prometedora".
Saakashvili era arrestado la víspera de las elecciones municipales acusado de corrupción y abuso de poder, y desde el Gobierno ya han dejado claro que el que fuera presidente del país desde 2004 a 2013 cumplirá la condena completa, de nueve años de prisión.
Todo ello a falta de una segunda vuelta de los comicios, el próximo 30 de octubre, en los que está en juego el mando de la capital, disputado entre el oficialista Sueño Georgiano y el Movimiento Nacional Unido, formación fundada por el propio Saakashvili.