¿Nuclear o renovable? El polémico debate sobre la autonomía energética de España

En 2008, las autoridades españolas tuvieron que realizar estudios a unas 800 personas en la ciudad de Ascó tras una fuga en la central nuclear Ascó I un año antes. (ARCHIVO)
En 2008, las autoridades españolas tuvieron que realizar estudios a unas 800 personas en la ciudad de Ascó tras una fuga en la central nuclear Ascó I un año antes. (ARCHIVO) Derechos de autor AP / David Ramos
Derechos de autor AP / David Ramos
Por Blanca Castro y Óscar Valero
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Euronews conversa con cuatro expertos sobre el plan de España de abandonar la energía nuclear para 2035. Cómo deberá afrontar la crisis energética sin poner en juego su autonomía ni el medioambiente.

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Los últimos acontecimientos geopolíticos han dejado en evidencia que la dependencia de Europa en materia energética con países terceros es un problema político y de estabilidad para la Unión Europea (UE) más que un problema meramente comercial.

Bruselas observa como Rusia, gran productor de gas, amplía su margen de maniobra y presiona de manera estratégica el mercado energético de la región. Otros países, por circunstancias diferentes, fragilizan también el suministro energético europeo como es el caso de Argelia, que en su última disputa con Marruecos, territorio por el que pasa uno de los dos gasoductos que terminan en España; ha cortado el suministro de gas para golpear la economía de Rabat.

Los malabares políticos que los países europeos dependientes del gas deben hacer para mantener una cierta estabilidad en su suministro despierta la urgencia de buscar alternativas para lograr la independencia energética.

Para países como Francia la solución es retomar su apuesta por la energía nuclear, combinada con las energías renovables. Pero España se mantiene firme en su intención de alcanzar la completa desnuclearización en 2035, siguiendo los puntos de su Plan Nacional Integral de Energía y Clima 2021-2030 (Pniec).

Si eliminamos la energía nuclear y al mismo tiempo seguimos importando gas y no aumentamos nuestras energías renovables, el sistema energético de España se caería en pedazos.
Javiel Gil
Profesor de Geopolítica de la Universidad Pontificia Comillas.

Sin embargo, el plan de España supone seguir importando gas y otras energías mientras desarrolla sus fuentes de energía renovable. Se espera que en el futuro el país europeo pueda depender únicamente de las energías que produce de manera sostenible, aunque varios expertos de diferentes ámbitos expresan su escepticismo y preocupación ante un plan que consideran demasiado ambicioso, y quizás peligroso, en lo que refiere a la autonomía energética de España.

La energía nuclear está diponible 24/7, las renovables no

Carolina Anhert, catedrática emérita de Ingeniería Nuclear en la Universidad Politécnica de Madrid, está en desacuerdo con el cierre de las centrales nucleares en España y defiende un sistema energético “híbrido” entre la energía nuclear y las renovables. Señala la variabilidad de las energías verdes.

“Las energías solar y eólica están disponibles solo en ocasiones, no están disponibles las 24 horas ni todos los días. Además no tenemos técnicas de almacenamiento para estas energías a gran escala”, explica.

La tecnología de batería de alta capacidad está aún en ciernes, por lo que de momento, señala Anhert, “no hay mucho de dónde elegir”.

“No se trata, de momento, de hacer centrales nuevas”, asegura Anhert aunque no se muestra cerrada a la idea. “También se podría, con la construcción de centrales más pequeñas que se construyen en menos tiempo y con un menor gasto de inversión. Las que llaman small modular reactors (SMRs), que son las que Francia va a comenzar a construir”.

Seguir dependiendo de la energía nuclear es viable para Anhert siempre y cuando se mantengan todos los requisitos de seguridad y el buen mantenimiento."La energía nuclear está disponible las 24 horas y no emite CO2”, puntualiza.

A mediano plazo, España no necesitaría construir nuevas centrales, solo bastaría con no cerrar los siete reactores que tiene en funcionamiento.

“Las centrales podrían operar hasta los 60 años, en vez de una media de 40 años. Esto es lo que está haciendo Estados Unidos con sus centrales”, y reitera: “No es conveniente cerrarlas en 2035 como tiene planeado el Gobierno español” aún tiene chance de cambiar su plan.

Decir que la eólica es una energía que genera incertidumbres no es ser riguroso.
Juan Virgilio Márquez
Director general de la Asociación Empresarial Eólica

Los riesgos geopolíticos si España no realiza su transición ecológica correctamente

En esa misma línea se encuentra el profesor de Geopolítica, Javier Gil, de la Universidad Potificia Comillas, que argumenta que abandonar la energía nuclear sería muy costoso para España "ya que tendría que depender de la volatilidad de los mercados externos".

"El mercado de gas ahora mismo está tensionado y en 15 años no sabemos cómo va a estar. España no tiene gas, por lo tanto nos deja en una situación de extrema vulnerabilidad", dice.

El profesor recuerda que España es "una isla energética": no es productor de energía sino de alimentos. En caso de que no sea posible cubrir la demanda energética nacional con las renovables, "sería inadmisible depender de fuentes externas para generar electricidad".

En el escenario geopolítico, la ausencia de la energía nuclear dejaría España "fatal", asegura con pesimismo Gil que critica la falta de un consenso en el arco parlamentario sobre cómo llevar a cabo la transición ecológica, por lo que la apuesta es "bastante endeble".

"Es [un tema] muy político. Se ha lanzado el mensaje de que la energía nuclear se va a eliminar [en 2035] pero yo tengo serias dudas de que eso se vaya a producir, si no se lleva a cabo una reconversión total de nuestra manera de producir electricidad y eso no se está haciendo, seguiremos dependiendo de la importanción del gas. (...) El sistema energético de España se caería en pedazos", puntualiza.

Gil pone en relieve la crisis energética que experimenta Europa y particularmente España con el corte de uno de los mayores gasoductos de Argelia con el país europeo. Una situación, dice, que se puede repetir.

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"Se nos ha dicho que Argelia va a bombear más gas por el gasoducto que va directo de su territorio a Almería y que, en contrapartida, para suplir la bajada de gas que iba por la vía marroquí se va a aumentar el número de barcos gaseros (...) Una cosa es que se quiera meter más gas por vía marítima y otra cosa es que se pueda conseguir", advierte.

"Tiene que haber suficientes barcos que se desplacen con una frecuencia suficiente para traer todo ese gas que antes viajaba a través del gasoducto marroquí, y yo ahí tengo mis dudas. Y lo que no se ha dicho es que ese gas será más caro porque el procedimiento para moverlo será más caro".

"Sube el precio del gas y directamente repercute en el bolsillo de los consumidores", concluye el profesor.

Para Gil lo más racional sería seguir con una mezcla energética. "Seguir aumentando las renovables, seguir aumentando la capacidad hidráulica, aumentar o mantener la nuclear y finalmente apostar por la total descarbonización (...) como lo está haciendo China, India y Francia".

Es absurdo calificar la energía nuclear como energía verde… ¿solamente miramos las emisiones de CO2 qué hacemos? ¿Ignoramos las emisiones de radioactividad, ignoramos la generación de residuos radiactivos, ignoramos los accidentes nucleares?
José Luis García
Responsable del programa de Emergencia Climática en Greenpeace España.

"Las energías renovables son suficientes"

Pero el plan de Francia no es el de España, que tal y como también hacen otros países como Alemania continúa con su objetivo de cerrar todas las nucleares en 2035. Esta meta supone una presión para el sector de las renovables, que deberá suplir esa falta de producción en la próxima década si el país quiere estar a salvo de los vaivenes geopolíticos. “El futuro pasa por un mix de renovables”, zanja Juan Virgilio Márquez, director general de la Asociación Empresarial Eólica, “el debate no es si puede ser o no puede ser sino cuándo va a ser y qué coste va a tener llegar a ese punto”.

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Desde sector de las renovables se reprocha el enfoque de que las energías renovables son inestables o poco fiables: “Cuando hablamos de la variabilidad del uso eólico, la mayoría de las veces se habla como si empezáramos con una hoja en blanco donde empezáramos a instalar eólica en un país, en un territorio y empezáramos a instalar fotovoltaica y empezáramos a vivir en ese país.

La eólica lleva 20 años en España, el conocimiento que hay del recurso en España, la capacidad de modelar el recurso a futuro nos da una garantía de precisión de lo que va a haber que a veces no supera la variabilidad con lo que hay del 1%. Decir que la eólica es una energía que genera incertidumbres no es ser riguroso”, dice el director general de la AEE. “La eólica tiene una particularidad (...) que solo produce energía cuando hay viento y por tanto hay que conocer muy bien el viento y los patrones de viento. En España y en cualquier país que tenga tanto tiempo la eólica se conocen perfectamente.”

Quizás no 2030, pero sí 2050

Es por ello que Márquez insiste en que es posible alcanzar el objetivo de que la demanda sea cubierta solo por renovables y considera 2030 como una fecha posible para que el sector genere hasta el 74 % de la demanda de electricidad, y el 2050 para tener completamente “descarbonizado el sector eléctrico”. Un plan que requiere que el Gobierno siga manteniendo el pulso de su plan de facilitar la instalación de energía limpia. “Ahora con la generación de eólica y fotovoltaica y el almacenamiento podemos tener una firmeza en el sistema, aunque a unos costes que aún no son competitivos con el gas o con otro tipo de fuentes como puede ser la nuclear”, reconoce Márquez.

El plan de España nunca fue convertir su sistema energético en uno 100 % sostenible, denuncia Greepeace España

Para la ONG Greenpeace desconectar las nucleares y ser autónomos con las renovables no es solamente posible, sino que no se ha hecho con la suficiente celeridad. “El cierre nuclear debería ser mucho antes, el cierre de las nucleares debía haberse establecido para 2024.

Sin embargo, bajo la presión de las compañías eléctricas, el Gobierno cedió y les regaló esa década extra de vida.”. José Luis García, responsable del programa de Emergencia Climática en Greenpeace España asegura que han realizado un estudio que demuestra que esto sería posible “con un conjunto de energías renovables acompañado de un uso eficiente y una organización inteligente del sistema energético”.

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“Es absurdo calificar la energía nuclear como energía verde… ¿solamente miramos las emisiones de CO2 qué hacemos? ¿Ignoramos las emisiones de radioactividad, ignoramos la generación de residuos radiactivos, ignoramos los accidentes nucleares, ignoramos la proliferación del armamento nuclear?”, critica García

De todos modos el plan de España para eliminar las nucleares sigue siendo contaminante, apunta García: “Lo que plantea el plan español [de 2035] no es ir hacia un sistema 100 % renovable. Si se cumple el plan español seguiremos utilizando de todos modos energía contaminante” como el gas o el carbón.

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