Se cayó de su moto acuática arrastrada por las olas gigantes de este balneario portugués. A punto de estrellarse contra las rocas, fue rescatado por el también surfista Marcelo Luna.
PUBLICIDADMomentos de adrenalina y angustia para el surfista británico Andrew Cotton, a merced de las olas gigantes el pasado miércoles en la localidad portuguesa de Nazaré.
Tras caer de su moto acuática parecía que la fuerza del agua lo iba a estrellar contra las rocas a los pies del acantilado. Salió del trance, casi de milagro, gracias al arrojo de su compañero y también surfista, el brasileño Marcelo Luna.
"El agua estaba muy agitada por el viento, me estaba hundiendo, entonces inflé mi chaleco hinchable. Hubo un momento en el que pensé, bueno, vale, esto es lo peor, esto puede ir muy mal".
Feliz de estar allí
Viendo el peligro y ante los gritos de los testigos, Luna se acercó con su moto y consiguió sujetarlo y sacarlo de allí con la ayuda del equipo. Los duros entrenamientos habían valido la pena.
"Este lugar en Nazaré siempre ha sido una pesadilla para nosotros los surfistas", decía Luna. "Lo sabemos, nos entrenamos duro para que no pase, pero puede ocurrir y ocurrió. Pero ahora estoy feliz por haber estado allí".
No es el primer susto
Lo importante aquí, comentaba el brasileño, no es surfear estas olas gigantes, sino sobrevivir y poder volver a casa con tu familia.
No ha sido el primer susto de Andrew Cotton con las enormes olas de este balneario a 120 kilómetros al norte de Lisboa. En 2017, se rompió aquí la espalda mientras surfeaba.