Boris Johnson habla de un "maremoto" de la nueva variante llegando al país, donde cualquier ciudadano mayor de 18 años podrá recibir la tercera dosis de la vacuna.
Reino Unido entra en el Nivel 4 de alerta ante la llegada de una marea de casos de ómicron. Con esas palabras ha definido el propio Boris Johnson la actual situación sanitaria en el país, cuyo servicio de salud pública estaría ahora mismo según alertaba el primer ministro "de rodillas". El máximo nivel de alerta sanitaria en este país es 5, alcanzado a principios de 2021.
La situación es tan preocupante que cualquier ciudadano mayor de 18 años podrá ponerse la dosis de refuerzo antes de que acabe el año. Johnson se mostraba tajante en su mensaje televisado:
"Nadie debería tener ninguna duda: se avecina un maremoto de ómicron, y me temo que ahora está claro que dos dosis de la vacuna simplemente no son suficientes para dar el nivel de protección que todos necesitamos. Pero la buena noticia es que nuestros científicos confían en que con una tercera dosis, una dosis de refuerzo, todos podremos volver a elevar nuestro nivel de protección", insistía Johnson.
Más protestas en Austria
Reino Unido y otros países tanto de Europa como del resto del mundo se han mostrado por lo general receptivos ante las vacunas, pero en otros lugares esta sigue sin convencer a mucha gente. Tal es el caso de Austria, donde decenas de miles de personas volvieron a manifestarse durante el fin de semana contra la vacunación obligatoria y las estrictas medidas sanitarias vigentes en este país.
"Hago un llamamiento a todo el mundo para que no vaya a la manifestación, sino para que hablen con su médico y se protejan. Háganlo por su salud", pedía el ministro de Interior Gerhard Karner.
En un intento de animar a la población a vacunarse, Austria liberaba este domingo del confinamiento a todo aquel que ya esté vacunado, pero para los que no las restricciones siguen vigentes. La entrada a lugares de ocio o tiendas no esenciales queda terminantemente prohibida para todos ellos.
Las normas de viaje vuelven a endurecerse en prácticamente toda Europa ante la expansión de la variante ómicron, mientras en países como Israel han optado de nuevo por prohibir los viajes a determinados destinos como Reino Unido, Dinamarca o Bélgica. El coronavirus se niega a rendirse.