Sebastián Piñera recibe a su sucesor Gabriel Boric como primer paso de transición en Chile

PUBLICIDAD

Arranca una nueva era en Chile. El Palacio presidencial de La Moneda, en Santiago, fue escenario este lunes del esperado encuentro entre el presidente saliente, Sebastián Piñera, y el electo, Gabriel Boric, protagonista de una victoria histórica en la segunda vuelta de las elecciones.

Con tan solo 35 años, Boric se hacía con prácticamente el 56 por ciento de los votos, venciendo a su oponente, el legislador de extrema derecha José Antonio Kast, gracias a sus promesas de un "estado de bienestar". Su primer cometido no será otro que hacer frente a la crisis de la pandemia.

"Hemos visto como están aumentando los casos de manera significativa en otros países", decía Boric ante los medios. "Es importante tener una colaboración mundial en materia de vacunación y de manejo de la pandemia para no estar permanentemente sufriendo los embates del virus. Somos conscientes del rol de Chile en el escenario internacional".

Aún habrá que esperar hasta marzo para ver a Piñera abandonar oficialmente su cargo, tras dos mandatos no consecutivos en los que estuvo cerca de ser destituido con un juicio político y que concluyen con bajos niveles de aprobación. En un tono conciliador, Piñera deseaba la mejor de las suertes a su sucesor:

"Le hemos deseado el mayor de los éxitos en su futuro Gobierno y le hemos ofrecido toda la colaboración para que el traspaso de mando se haga con fluidez y con eficacia, y que sea muy republicano", decía Piñera.

A la espera de que arranque oficialmente el mandato de Boric, los mercados reaccionaban negativamente a la victoria del joven izquierdista, con la bolsa cayendo el lunes más de un seis por ciento y con una subida récord del precio de dólar, más de 875 pesos por cada divisa estadounidense.

Y es que tanto mercados como ciudadanos se preparan para un cambio radical en las políticas económicas y sociales del país sudamericano. Así se espera que sea, al menos, sobre el papel.