El fuego de Colorado ha devorado más de 500 casas y más de 30 000 personas han sido evacuadas ante el avance sin control de las llamas.
PUBLICIDADCasas carbonizadas hasta los cimientos y parques reducidos a cenizas. El fuego en Colorado ha devorado más de 500 viviendas. El área afectada se encuentra a unos 30 kilómetros al noroeste de Denver, la capital del estado.
Las poblaciones estadounidenses de Superior y Louisville, que suman más de 30 000 habitantes tuvieron que ser evacuadas.
"Fue una catástrofe que se produjo a gran velocidad, en el transcurso de medio día, se dieron casi todos los daños. Muchas familias tuvieron minutos para meter todo lo que pudieron, a sus mascotas, y a sus hijos en el coche y marcharse", ha destacado Jared Polis, gobernador de Colorado.
Más de 15.000 hogares se encuentran, además, sin luz por la caída de los postes. Siete personas han resultado heridas y por el momento no se han reportado víctimas mortales.
Este incendio se ha declarado inusualmente tarde en el año, tras un otoño extremadamente seco y en medio de un invierno casi sin nieve hasta ahora.
Colorado, como muchas partes del oeste de Estados Unidos, ha sufrido sequías extremas en los últimos años, lo que facilita las condiciones para la erupción de estos rápidos y violentos incendios.