El médico holandés que lucha contra la desinformación sobre la vacuna covid: "Estamos desbordados"

Una enfermera administra la vacuna contra la Covid de Pfizer-BioNTech
Una enfermera administra la vacuna contra la Covid de Pfizer-BioNTech Derechos de autor Emilio Morenatti/ The Associated Press.
Derechos de autor Emilio Morenatti/ The Associated Press.
Por Laura Llach
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Robin Peeters, un médico holandés, decidió crear una línea telefónica para dudas relacionadas con la vacuna covid. Reciben mil llamadas diarias y asegura que están desbordados. "Muchas personas, tras resolver sus dudas, deciden vacunarse inmediatamente".

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Desde que estalló la pandemia, el doctor holandés Robin Peeters visitaba los mercados de Rotterdam, junto a sus compañeros de profesión, con su bata blanca, informando a la gente sobre la vacuna contra el coronavirus. Lo único que hacían era contestar a las dudas que les trasladaba la gente. Hablaban con ellos y, tras un par de preguntas y con sus miedos resueltos, decidían vacunarse allí mismo.

Peeters, que trabaja en el Centro médico universitario Erasmus de Rotterdam, se dio cuenta de que había mucha desinformación en redes sociales y pocas fuentes fiables a las que poder trasladar las dudas.

La gente seguía confiando en los médicos para luchar contra la desinformación, pero necesitaban poder llegar a un público más amplio y todavía no sabían como. Hasta que dio con la solución: crear una línea telefónica exclusivamente para dudas relacionadas con la vacuna contra la covid. Y así nació Twijfeltelefoon, que en español se traduce como 'teléfono de dudas sobre vacunas'.

"Está claro que había una necesidad por parte de la sociedad, porque desde el minuto uno el teléfono no ha dejado de sonar", cuenta Peeters a Euronews. Comenzó el 23 de noviembre en la ciudad de Rotterdam y en tan solo dos semanas se extendió a los centros universitarios de Ámsterdam, Utrecht y Maastricht, entre otras ciudades. Un mes después de su puesta en marcha recibió un número nacional y un tsunami de preguntas de todas las partes del país.

Reciben una media de mil llamadas diarias desde las ocho y media de la mañana que comienza el servicio. Los voluntarios, que en su mayoría son estudiantes de medicina, están desbordados. Para resolver las dudas de los que llaman, cuentan con una base de datos con información médica, donde registran todas las preguntas que se les llegan y anotan la respuesta a las cuestiones más frequentes.

Además, para información más específica, pueden consultar la red de expertos del centro médico universitario, desde ginecólogos a alergólogos.

"Nuestro objetivo no es convencer a la gente para que se ponga la vacuna, sino simplemente informarles. La decisión de ponerse o no la vacuna es de cada uno. Nosotros no estamos ahí para presionarles, solo queremos informarles sobre las vacunas y los últimos conocimientos médicos", asegura Peeters. "Lo único que pretendemos es luchar contra la desinformación que circula por internet", añade.

"Los antivacunas no llaman"

Peeters cuenta que en su mayoría, las llamadas son de gente que está preocupada por vacunarse, tiene muchas preguntas y necesita hablar con un profesional para poder tomar la decisión. "La mayoría de las personas tienen preguntas genuinas que se deben de tomar en serio. No tengo cifras concretas, pero casi todos los que nos llaman nos trasladan dudas serias que necesitan resolver", señala.

Dudas sobre cómo afectará la vacuna a su migraña, si es seguro vacunarse cuando ya están tomando medicamentos para la diabetes y la insuficiencia renal, cómo afectará a su embarazo, alergias, efectos secundarios... Generalmente exponen su propia situación y condición médica personal.

Las preguntas más comunes, según afirma Peeters, son sobre el embarazo y la fertilidad, también solemos recibir muchas dudas sobre la posibilidad de tener una reacción alérgica a la vacuna. "Solo quieren saber si es seguro ponerse la vacuna en su situación y necesitan que un médico les de esta información".

"A diferencia de lo que se pueda creer, los antivacunas no llaman a esta línea telefónica. Nos hemos dado cuenta de que hay mucha más gente con dudas médicas, que reacia a ponerse la vacuna", comenta el médico. Y si se da el caso, y al otro lado de la línea se encuentran a un antivacunas, intentan cortar la llamada lo antes posible, los estudiantes están entrenados únicamente para resolver cuestiones médicas.

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