CES de Las Vegas | Robots versus humanos ¿dónde están los límites a la inteligencia artificial? Unos robots responden a estímulos, otros colaboran con las personas y otros las sustituyen en muchos trabajos. También aprenden y se adaptan gracias a la inteligencia artificial. ¿Debemos tener miedo?
PUBLICIDADLos robots se adueñan del CES de Las Vegas, unos son cada vez más parecidos a las personas, con sus gestos y reacciones; otros responden a los movimientos del ser humano o se asocian con él para hacer tocar una batería, por ejemplo. También se multiplican los que poco a poco van sustituyendo a los obreros en numerosos trabajos manuales. La inteligencia artificial les permite aprender, evolucionar y adaptarse. ¿Pero dónde están los límites? Nos responden los fabricantes de robots que exponen sus creaciones en la feria tecnológica más grande del mundo.
Los robots atraen todas las miradas en el CES de las Vegas, la feria tecnológica más grande del mundo. Probamos un brazo robótico que capta y reacciona a los movimientos del ser humano. Los expositores dicen que de eso se trata, de que los robots y la inteligencia artificial trabajen en armonía con los humanos, por ejemplo, tocando juntos la batería.
O en otras tareas, no tan divertidas, como recolectar y clasificar manzanas. Aunque el brazo robótico que hace este trabajo puede adaptarse para hacer prácticamente cualquier cosa. Resulta inquietante cuando se piensa la cantidad de trabajos que puede hacer desaparecer. La cuestión es ¿dónde está el límite entre robots y humanos?
"Los robots industriales no deberían estar junto a los humanos -dice Dayoun Kim, directora general adjunta de Doosan Robotics-. _Los robots colaborativos tienen un sensor, de tal forma que cuando se toca el robot, este se detiene automáticamente. También p_odemos programar una barrera en el programa para que se detenga sin más. Se puede limitar el espacio del robot, de tal forma que ese robot pueda convivir con los humanos".
Los fabricantes de tecnología tratan de convencernos de que no hay nada que temer.
"Eso nos viene de la ciencia ficción. Hemos sido programados como humanos para ver películas de ciencia ficción y pensar que cualquier cosa con piernas puede ser una amenaza -afirma Roger Hebert, de Boston Dynamics-. Es interesante que no se vean con la misma perspectiva los robots con ruedas, es algo en relación con las piernas lo que hace que nuestro cerebro humano piense que va a ser una amenaza. Y no es así. La primera reacción de algunas personas es pensar: eso es un poco espeluznante. Pero la realidad es que es como un coche teledirigido, con operadores amistosos detrás".
Sin darnos cuenta, los robots ya forman parte de nuestra vida cotidiana. Responden a órdenes, pero la inteligencia artificial también les permite aprender, evolucionar. Y eso no es ciencia ficción.