Los refugios están completos en Charleroi, Bélgica, porque la precariedad de las familias es cada vez más frecuente.
PUBLICIDADDesahuciados, sin un hogar para sus hijos Angelo y su mujer, se encuentran en la calle con cuatro hijos. Por la noche duermen en un refugio de acogida, pero de día vuelven a una desesperante deambulación.
"Es muy duro, cada día me pregunto cómo vamos a hacer", asegura Angelo, padre sin domicilio fijo para su familia. "Si estuviéramos mi mujer y yo solos, todavía, pero están los niños."
Familias que corren el riesgo de perder la custodia de los niños
Niños que viven una situación extrema, con el riesgo de que a sus padres les retiren la custodia. "Sería atroz si me los quitaran", dice Angelo al borde de las lágrimas.
Precariedad a pocos kilómetros de la sede de las intituciones de la UE
Necesitarían una estructura que acogiera a toda la familia durante varios meses, pero en Charleroi, a unos 60 kms al sur de Bruselas, este centro de acogida está completo. Aquí Ludivine cria a sus dos hijas desde hace varios meses.
"Es duro para nosotros y para las niñas. Queríamos ofrecerles unas buenas condiciones, pero las cosas no salieron bien", resume Ludivine. La suya es otra familia sin hogar. Fueron desahuciados de una vivienda insalubre.
Vivir y dormir en el coche
"Nos fuimos con lo mínimo indispensable. Dejamos la casa y estuvimos viviendo y durmiendo en el coche durante tres días. Después nos dijimos que no era una solución para las niñas", reconoce Ludivine.
Los refugios están completos porque la precariedad de las familias es cada vez más frecuente. Así lo explica Emmanuel Mathieu, director pedagógico del centro de acogida 'Le Triangle'.
Refugios llenos y sin soluciones a la vista
"Cada vez es más difícil encontrar un buen alojamiento con un alquiler económico. Muchas familias vienen aquí porque sus viviendas están en mal estado, no tienen aislamiento, o tienen mucha humedad, lo que puede poner en peligro la salud de los hijos. Resultado... hay más solicitudes que viviendas disponibles, y además, con la subida de los precios de la energía, las familias no pueden afrontar tantos gastos a largo plazo.
Las cifras de ocupación baten récords. El número de niños que acogen aquí se ha duplicado en un año.