Desde que estalló la guerra en Ucrania los habitantes de la localidad española de Guissona no pegan un ojo. Este municipio, en el corazón de la región de Cataluña, una de cada siete personas son ucranianas.
Desde que estalló la guerra en Ucrania los habitantes de la localidad española de Guissona no pegan un ojo. Este municipio, en el corazón de la región de Cataluña, una de cada siete personas son ucranianas.
Se han organizado para enviar medicinas y alimentos a su país. Los que poseen negocios prestan sus instalaciones para la causa humanitaria.
Mykola, dueño de un cibercafé en Guissona, se beneficiaba de las llamadas a distancia que realizaban sus compatriotas. Ahora, más allá de las fotocopias, las llamadas y el servicio de internet, Mykola asegura que ganar la guerra en Ucrania es lo más importante para él.
"Ahora el negocio no funciona, yo pierdo ahora en negocio pero no quiero que pierda mi país, yo quiero que mi país gane. Mientras yo pierdo mi país gana, no pasa nada, yo me recuperaré algún día", dice frente a las cámaras Mykola Grynkiv.
El que recorra Guissona estos días podrá encontrarse con balcones y edificios públicos decorados con la bandera ucraniana, una muestra de solidaridad que los ucranianos aprecian profundamente.
La comunidad hace lo que puede para ofrecer ayuda. Sin embargo, muchos no logran conciliar el sueño. Les persigue el remordimiento de no estar en el frente, luchando por Ucrania.
Unos de esos es Leonid Komirenko, un obrero ucraniano que confiesa que no abandona España por las súplicas de su mujer.
"He pensado en volver a Ucrania ayudar con armas o qué hacer pero mi mujer cada día llora, dice que cuando mueras en esta guerra me quedaré sola... pero esto yo de momento no se. Cuando esto sea más difícil para Ucrania pienso que volveré", asegura.
El ayuntamiento de Guissona tiene registro de un residente que decidió uniser a los combates. Aunque detalla que algunos han ido a Polonia recoger a sus familiares.
De momento, ya hay 13 refugiados en el municipio, pero las autoridades locales se preparan para acoger al menos un centenar. El alcalde dice que la comunidad estará lista para darles la bienvenida ya que asegura que los ucranianos han sido "parte importante de la construcción de Guissona".