En Ucrania, empuñar un arma se ha vuelto una necesidad urgente para muchos civiles. Este reportaje muestra cómo se inician al manejo de fusiles de asalto.
Aprender a empuñar un arma se ha vuelto una prioridad para muchos ucranianos civiles de la ciudad de Lviv. A unos 70 kilómetros de la frontera con Polonia, la ciudad también conocida como Leópolis, que hasta ahora se mantenía alejada de la guerra, ha encendido sus alarmas tras el bombardeo ruso con misiles cerca del aeropuerto el pasado viernes.
Aprender a manejar un fusil kaláshnikov
"Enseñamos a gente sin experiencia alguna y que nunca ha tenido un arma en sus manos. Así que lo primero es dar las nociones básicas de seguridad, para que no maten a su propia gente y ni se disparen a sí mismos. Pasamos tiempo explicando diferentes casos y después mostramos el manejo del arma, cómo cargar y descargarla, cómo sostenerla y apuntar con ella", explica Denis Girenko es uno de los instructores voluntarios que enseña a manejar un fusil kaláshnikov.
Primeros auxilios como hacer un torniquete
Aquí también imparten clases de primeros auxilios que enseñan, por ejemplo, cómo hacer un torniquete. La clase del sábado fue brevemente interrumpida por las sirenas, lo que obligó a los asistentes a refugiarse en el sótano de esta escuela internacional.
Ida y vuelta en la estación de Przemysl
Mientras miles de refugiados llegan a Polonia huyendo de la guerra, otros hacen el camino inverso, mo esta ucraniana que vive en Polonia y que ha decidido enrolarse en las Fuerzas de Defensa Territorial de Odesa.
"Tengo tres años de experiencia militar. Voy a defender a Ucrania que es lo más importante para mí, y junto con mi marido voy a ir a luchar".
Desde que empezó la guerra, la estación de tren de Przemysl es un punto de cruce de los ucranianos que salen del país y de los que regresan, ya sea para luchar o para llevar suministros.