Por Gabriele Pileri y Kacper Pempel
LUBACZOW, Polonia, 22 mar - Un sacerdote polaco que ha acogido en su casa a 24 refugiados ucranianos dice que espera que la oración pueda poner fin a la guerra en Ucrania, mientras Polonia se esfuerza por acoger a más de 2 millones de recién llegados que huyen de la invasión rusa de su país.
Más de 3,5 millones de personas han huido de la guerra en Ucrania al extranjero, según datos de las Naciones Unidas publicados el martes, y la mayoría ha cruzado a Polonia, donde ya se encontraba el grueso de la diáspora ucraniana en la región antes de la guerra.
"Tras el estallido de la guerra, nuestra parroquia se ha convertido en una casa para los refugiados", dijo Roman Karpowicz, un sacerdote católico de la ciudad de Lubaczow, a unos 13 kilómetros de la frontera con Ucrania.
"Hay personas que se quedan aquí de forma permanente. Se trata de nueve mujeres y 15 niños", dijo Karpowicz, añadiendo que la persona más joven del grupo tiene tan sólo dos semanas de vida.
Dado que los hombres en edad de reclutamiento están obligados a permanecer en Ucrania, el éxodo ha consistido principalmente en mujeres y menores, muchos de los cuales desean permanecer en países cercanos a Ucrania para estar más cerca de los seres queridos que han dejado atrás.
Karpowicz dijo que su parroquia está ayudando a los refugiados a buscar alojamiento y a viajar a otras partes de Polonia.
Mientras algunos de los refugiados que se encontraban en la vicaría de Karpowicz mecían a sus bebés en brazos o se ocupaban de preparar la comida, se podía ver a otros rezando.
"Creo que sólo la oración y el Señor pueden acabar con esta guerra", dijo Karpowicz.
"No tenemos otras herramientas, no tenemos armas aquí, tenemos el rosario y las oraciones, esas son nuestras armas más importantes".