Por Andrew Galbraith y David Stanway
SHANGHÁI, 28 mar - Shanghái, el corazón financiero de China, puso en marcha el lunes un confinamiento en dos fases de sus 26 millones de habitantes, cerrando puentes y túneles y restringiendo el tráfico por carretera en un intento de contener los crecientes casos de COVID-19.
El repentino confinamiento, anunciado por el Gobierno municipal de Shanghái el domingo, dividirá la ciudad en dos a lo largo del río Huangpu durante nueve días para permitir la realización de pruebas "escalonadas". Se trata de la mayor alteración causada por el COVID-19 en la ciudad.
La orden supone un cambio de rumbo para el Gobierno de la ciudad, que hasta el sábado negó que Shanghái fuera a ser confinada mientras aplicaba un enfoque más gradual de "selección y parcelamiento" para intentar frenar las infecciones.
Wu Fan, miembro del equipo de expertos del COVID de Shanghái, declaró en una sesión informativa que las recientes pruebas masivas habían detectado infecciones "a gran escala" en toda la ciudad, lo que ha desencadenado una respuesta más contundente.
"Contener el brote a gran escala en nuestra ciudad es muy importante porque una vez que se ha puesto bajo control a las personas infectadas, hemos bloqueado la transmisión", dijo, añadiendo que se realizarán pruebas hasta que se eliminen todos los riesgos.
El domingo se registraron 3.450 casos asintomáticos de COVID en Shanghái, lo que supone casi el 70% del total de casos asintomáticos diarios en China, junto con 50 casos sintomáticos, según el Gobierno de la ciudad.
En todo el país, se registraron 5.134 nuevos casos asintomáticos y 1.219 sintomáticos el domingo, dijo la autoridad sanitaria en su boletín periódico.
La Oficina de Seguridad Pública de Shanghái informó de que cerrará los puentes y túneles que cruzan el río Huangpu y los peajes de las autopistas concentrados en el este de la ciudad hasta el 1 de abril.
En las zonas al oeste del río se impondrán restricciones similares del 1 al 5 de abril.