Ucrania ha acusado a Rusia de reubicar por la fuerza a miles de civiles de la estratégica ciudad portuaria devastada por los bombardeos rusos. Rusia lo niega.
PUBLICIDADDía 33 de la invasión y los negociadores rusos y ucranianos van a sentarse este lunes para una nueva ronda de conversaciones en un intento de poner fin a la guerra en Ucrania. Esta vez las conversaciones tendrán lugar en Turquía y no en Bielorrusia como antes.
La ONU calcula que al menos 1 100 civiles han muerto y casi 4 millones han tenido que huir a otros países.
Antes de las conversaciones, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, dijo a los periodistas rusos en una videollamada de 90 minutos que estaba dispuesto a discutir el estatus de la región oriental del Donbás, la neutralidad de Ucrania y las garantías de seguridad para ambos países:
"Este punto, el de las garantías de seguridad para Ucrania, y ya que dicen que esto es para ellos, entonces también para ellos, este punto de las negociaciones es comprensible para mí y se está discutiendo, se está estudiando cuidadosamente".
El presidente ruso, Vladimir Putin, felicitó el domingo a las unidades de la Guardia Nacional que participan en lo que él llama operaciones especiales en Ucrania. El Kremlin ha dicho que ahora se centrará en arrebatar la totalidad de la región oriental del Donbás, parcialmente controlada por los separatistas respaldados por Rusia desde 2014.
Ante la desesperación de los residentes por abandonar la ciudad asediada de Mariúpol, los funcionarios rebeldes del autoproclamado gobierno de Donetsk afirman que han instalado tiendas de campaña en Bezimenne, a 90 km al este de Mariúpol, para atender a los evacuados.
Ucrania ha acusado a Rusia de reubicar por la fuerza a miles de civiles de la estratégica ciudad portuaria devastada por los bombardeos rusos. Rusia lo niega.
Mientras tanto, el último tren de Rusia a la vecina Finlandia llegó a la estación el domingo. La línea Helskinki-San Petersburgo, que normalmente se realiza dos veces al día, ha sido suspendida por sus propietarios finlandeses. Una conexión más que se corta a medida que Rusia queda cada vez más aislada.