Los ciudadanos que quieran votar tendrán que hacerlo en otras zonas.
Este domingo seguirá siendo un día cualquiera en Kosovo, ya que sus ciudadanos no podrán votar en las elecciones de Serbia. A pesar de la presión internacional y de las amenazas de Belgrado, el primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, ha decidido impedir que haya colegios electorales.
Kurti ha argumentado que Serbia no ha pedido permiso a las autoridades de Kosovo para organizar la votación y que debe defender la soberanía de Kosovo.
Sea cual sea el argumento, miles de serbios de Kosovo que no pueden votar no están contentos con la decisión.
“Esto sólo nos puede pasar a nosotros, gracias a los del sur. Somos una molestia para ellos, somos una molestia para el mundo entero”, apunta un ciudadano.
“Ambos gobiernos deberían pensar en nosotros y en nuestros derechos. Y es mi derecho votar por el estado del que soy ciudadano y, en el lugar, en el que vivo.”, señala otra ciudadana.
A pesar de las acusaciones, todos esperan y piensan que el domingo será un día tranquilo.
“Esperamos que sea pacífico, siempre y por siempre. Nadie necesita una guerra, absolutamente nadie.”, destaca otro residente.
“Con la ayuda de Dios, no solo mañana o pasado mañana sino siempre, debe haber paz entre los ciudadanos", dice otro.
No se esperan tensiones, según los que conocen la evolución política de la zona. Pero según ellos, es importante que el Gobierno de Kosovo tienda la mano a la minoría serbia.
Bardhyl Meta, analista político, indica: "Los serbios de Kosovo nunca estarán cómodos si se guían por las ideas que vienen de Belgrado. Si no tienen una narrativa, una masa crítica propia, para vivir aquí, en defensa de sus derechos, nunca se sentirán cómodos".
Sin embargo, por ahora, los serbios de Kosovo tendrán que aprovechar la oportunidad que les brinda el Gobierno serbio, que les permite votar en Serbia. Sólo tienen que viajar a las ciudades serbias de la frontera con Kósovo para votar.