Dos terceras partes de los 1,4 millones de abonados siguen sin luz. Más de 160.000 hogares siguen sin agua potable.
Escuelas cerradas y solo personal esencial trabajando este viernes en las agencias gubernamentales de Puerto Rico, tras el apagón masivo que dejó a oscuras a la isla. La investigación sobre sus causas durará semanas. Es el mayor apagón en lo que va de año en territorio estadounidense.
Dos terceras partes de los 1,4 millones de abonados siguen sin luz. Más de 160.000 hogares siguen sin agua potable.
La Autoridad de Energía Eléctrica y LUMA Energy, que administra la distribución del sistema eléctrico, aseguran que se está haciendo todo lo posible para un retorno a la normalidad.
"El proceso de restablecimiento de un sistema eléctrico es uno complejo que se tiene que realizar, primero, tomando en cuenta la seguridad de los empleados, que obviamente van a estar expuestos a situaciones de alto riesgo, y en segundo lugar, que no ocasionemos daños adicionales a los equipos y sistemas que se están energizando", ha dicho Josué Colón, director ejecutivo de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) de Puerto Rico.
Hubo un fallo en la central Costa Sur y un incendio, pero se desconocen las causas específicas del apagón.
"No hay una explicación completa en este momento. (...) Da la impresión de que el sistema funcionó como tenía que funcionar, autoprotegiéndose, para que pudiendo ahora reparar y aislar ese problema se puedan poner a funcionar las demás unidades lo más rápido posible", ha explicado Kevin Acevedo, vicepresidente de LUMA Energy.
A la espera de fondos FEMA
Acevedo destaca que lo positivo del apagón es que ha sido ampliamente cubierto por los medios estadounidenses, lo que espera agilice el desembolso de fondos FEMA, por parte del Gobierno federal, para mejorar el servicio eléctrico.
La red eléctrica de la isla quedó muy dañada tras el paso del huracán María, en septiembre de 2017. El apagón masivo ha ocurrido dos meses antes de que comience la temporada de huracanes en el Atlántico.