El Vaticano ha propuesto que una rusa y una ucraniana llevan la cruz el Viernes Santo
Irina, enfermera del Campus Biomédico de Roma, es ucraniana y junto a su compañera Albina, una estudiante rusa, ha querido dejar testimonio de su repudio a la invasión de Moscú. El Papa Francisco les ha pedido que lleven la cruz en el Vía Crucis del Viernes Santo.
"Desde hace días estoy angustiada por mis seres queridos, tengo a mi madre, que actualmente está en Ucrania. [...]Parientes, primos, muchos amigos, los siento todos los días igual. Y trato de apoyarlos y ayudarlos en lo que puedo. [...] Hasta el día de hoy nadie puede creer que esto haya sido posible, iniciar esta situación, sin pensar en la gente, para el pueblo ucraniano que no quiere dejar sus hogares, pero en este momento se ven obligados", asegura Irina.
Albina tienen a su familia en Rusia y "en este momento tan difícil y vergonzoso para la humanidad" quiere reivindicar que es rusa y que quiere a Ucrania, "han intentado poner a los dos países en contra". Señala que "no importa si eres palestino, israelí, ucraniano o ruso... no es justo que los niños, en el siglo XXI, tengan que esconderse en sótanos y vivir en búnkeres. Soy rusa y estoy en contra de la guerra".
La elección del Papa Francisco de dar protagonismo a las dos ha despertado las iras del embajador ucraniano ante la Santa Sede y del arzobispo mayor de Kiev. Este último indica que la propuesta es incluso ofensiva y que no tienen en cuenta el contexto de la invasión militar. El Vaticano no ha querido dar una respuesta pública.