Familias se han visto obligadas a abandonar sus hogares, a veces saqueados e incendiados por los integrantes de las bandas durante los combates.
PUBLICIDADUn barrio tranquilo de Puerto Príncipe, la capital de Haití, se ha convertido en la zona cero de una lucha entre bandas que ha matado al menos a 20 personas, ha herido a más de una docena y ha obligado a miles de haitianos a huir de sus casas tras una semana de terror.
Los combates que se producen en cuatro distritos del otro lado de Puerto Príncipe son un nuevo pico de la violencia criminal en Haití que ha surgido a medida que bandas cada vez más poderosas intentan controlar más territorio durante el vacío de poder político que dejó el asesinato del presidente Jovenel Moïse el 7 de julio.
Familias se han visto obligadas a abandonar sus hogares, a veces saqueados e incendiados por los integrantes de las bandas durante los combates.
Los padres agarraban a los niños de las manos mientras balanceaban las bolsas sobre sus cabezas con las pocas pertenencias que pudieron salvar después de que los miembros de las bandas los expulsaran de sus hogares.
Miles de haitianos afectados por el aumento de la violencia de las bandas el año pasado en la comunidad de Martissan, en el sur de Puerto Príncipe, siguen viviendo en refugios gubernamentales abarrotados y poco higiénicos, y no está claro dónde irán las nuevas familias desplazadas.
El gobierno del Primer Ministro Ariel Henry ha luchado por mejorar la seguridad, incluso mientras recibe ayuda de la comunidad internacional para reforzar un departamento de policía con poco personal y escasos fondos.