Líbano acude a las primeras elecciones parlamentarias que se celebran tras el estallido de múltiples crisis y en medio de un descontento generalizado con los dirigentes.
Líbano acude hoy a las urnas en medio de la peor crisis financiera en décadas, y en medio de una profunda inestabilidad económica y política provocada por la escalada del coste de la vida y el estancamiento político.
Los cortes de electricidad y la hiperinflación, con la pérdida del 90% del valor de la moneda libanesa, están presentes en la mente de los votantes que acuden a las urnas. Taha Maassarani se hace cargo de una tienda familiar de productos eléctricos en Trípoli, en el norte del Líbano. Aunque su negocio va bien, dice que el Gobierno no hace nada por los ciudadanos.
Taha Maassarani, propietario de electrodomésticos Maassarani, señala:"El Gobierno, el mero Gobierno, no hay más que culpar al Gobierno, y a la mayoría de la población, porque hemos dejado que nos gobiernen durante mucho tiempo. No hemos conseguido nada positivo de ellos. Nada. Nada de evolución, nada de educación, nada de ayudas a la infancia. Nada".
También es la primera vez que los libaneses votan después de la devastadora explosión de hace dos años en el puerto de Beirut, que tengo a mi espalda. Más de 20 personas murieron, miles resultaron heridas y otras miles tuvieron que desplazarse o perder sus condiciones de vida. Las personas con las que he hablado dicen que la falta de una investigación completa y adecuada es propio de la incapacidad del sistema político.
Mark Aref, propietario de la tienda Alo bebe en Trípoli, destaca: "Hemos perdido la esperanza, teníamos algún tipo de ilusión, fue hace dos años y todavía no hemos obtenido las respuestas y hemos tenido otras explosiones en 2005 y otras".
El sistema político libanés es complejo y está basado en la división religiosa. La elección del candidato por parte del votante está predeterminada en función de su religión y hay poca motivación para que los diferentes partidos trabajen juntos. "Al que quiero votar no puedo hacerlo por mi religión pues no tiene la misma que yo", añade Aref.
Mientras tanto, una misión de observación electoral de la UE está en marcha desde marzo para evaluar la validez de los comicios.