La realidad no era suficiente para Ouka Leele, fotógrafa icónica de la contracultura tras la muerte de Franco e innovadora empedernida
La realidad no era suficiente para ella, solía decir la fotógrafa y pintora Bárbara Allende Gil de Biedma, alias Ouka Leele, fallecida en Madrid este miércoles a los 64 años. De ahí su método: su trabajo partía de la fotografía, que tomaba tras una escenificación cuidadosa de la toma, siempre en blanco y negro, para posteriormente pintar sobre el resultado. Un estilo que ella calificaba de misticismo doméstico desde que en 1979 realizó su primera exposición en el Madrid caótico y bullicioso de la época.
Un método lento y minucioso
Dividía a los fotógrafos entre cazadores y agricultores, entre los que ella se contaba; y era una definición justa, dado lo minuciosamente que preparaba cada pieza, demorándose meses o incluso años para terminarla.
La artista formaba parte de un grupo de vanguardistas, como Alberto García-Alix, que marcaron el arte contemporáneo español y que ayudaron a desperezar el ambiente cultural tras años de represión y dictadura.
Allende siguió trabajando más allá de los años de la Movida, siempre con su estilo inconfundible, y recibió múltiples premios, entre ellos el Nacional de Fotografía en 2005.