El concilio ucraniano ha emitido un comunicado en el que hace efectivos sus derechos de independencia adquiridos en 1991.
Un nuevo cisma dentro de la Iglesia, esta vez entre la iglesia ortodoxa de Ucrania y la de Rusia. La administración eclesial ucraniana ha declarado su plena independencia de la administración rusa, criticando al patriarca de Moscú por su apoyo a la invasión. Los ucranianos han puesto en práctica los derechos de gestión que habían obtenido desde 1991.
Kliment, arzobispo de la Iglesia Ortodoxa de Ucrania, señala: "La Iglesia ortodoxa de Ucrania es, administrativamente, absolutamente independiente de la Iglesia rusa y así lo determina el estatuto que hemos aprobado ayer... El Metropolitano de Kiev elaboró un comunicado en el que instaba al representante de la Iglesia ortodoxa rusa a hacer todo lo que posible para detener la agresión militar de Rusia contra Ucrania. Desgraciadamente, no hemos visto que Kirill haya hecho nada ni tampoco hemos recibido ninguna respuesta al comunicado".
El patriarca Kirill precisamente fue el que promovió la idea del "Mundo Ruso", es decir, que allí donde se hable ruso y la fe sea ortodoxa es zona de influencia de Rusia independientemente de las fronteras. Además en sus homilías ha llegado a pedir un cierre de filas entorno al Kremlin y el Ejército ruso en su guerra santa con el que según él es el 'Anticristo': el Gobierno de Ucrania.
De esta forma, el Patriarcado de Moscú pierde uno de sus principales territorios, Ucrania, donde la mayoría de los fieles son ortodoxos, aunque también existen varios millones de católicos pertenecientes a la Iglesia Uniata.
La estrecha dependencia de la Iglesia Ortodoxa Rusa de los dictados del Kremlin alejó progresivamente a los ortodoxos ucranianos del Patriarcado de Moscú.
"El patriarca tomó personalmente la decisión de ser uno de los ideólogos del sistema político creado por el presidente ruso, Vladímir Putin. Se ha convertido en uno de sus principales aliados hasta el punto de justificar la guerra en Ucrania", comentó recientemente a Efe el teólogo Serguéi Chapnin, que trabajó durante quince años para el Patriarcado de Moscú.