Un nuevo restaurante en París, el Pirojki Bar, reúne a los rusos y ucranianos que huyeron de la guerra. A través de los platos tradicionales que comparten construyen un espacio de unidad, compañía y solidaridad. Euronews conversa con su dueña.
Este es el "Pirojki bar" de París. Abierto tras el inicio de la guerra en Ucrania, reúne en una misma carta platos tradicionales ucranianos y rusos. La propietaria, Elena Biktimirova, lleva ambas culturas y países en su corazón y en su ADN. Es rusa, pero una de sus abuelas y muchos de sus familiares son de Ucrania. Elena dice que su idea es unir a la gente, desgarrada por la guerra.
"Son las recetas de mis abuelas ucranianas y rusas. Por ejemplo, mi abuela me enseñó a hacer albóndigas, mi abuela es de un pueblo ucraniano, Pustovoitovo, y allí pasé toda mi infancia. Lo más preciado de mi infancia es el sabor de la comida de mis abuelas, de esas albóndigas. Y puedo dar esto al mundo, me ayuda, me salva y creo que a todos los que trabajan conmigo, y a todos los que vienen aquí. Lo que me sorprendió fue la reacción positiva del público ante este concepto, tengo muchos clientes de Ucrania y Rusia y todos están contentos de apoyar el bar Pirojki, porque este es un lugar de unidad, paz, amor y sabor, que conocemos desde la infancia", explica Elena.
Este bar fue decorado por artistas modernos de varios países, que se inspiraron en la idea de la unidad y la paz. Trabajaron totalmente gratis. Las mujeres que cocinan aquí, ayudando a Elena, llegaron a París tanto de Rusia como de Ucrania.
"Lo que me llamó la atención fue que la receta de mi madre y las recetas de las chicas con las que trabajo coinciden casi hasta el más mínimo detalle, es decir, tanto en Ucrania como en Rusia, seguimos los mismos estándares. Y aquí encontramos la unidad absoluta, cuando probamos algo decimos: "¡Sí! ¡Esto es! ¡Este es el sabor correcto!", relata la propietaria.
"El día de la inauguración, vinieron a verme muchos invitados, de San Petersburgo, de Moscú, de Kiev, de absolutamente todas las regiones de Rusia y Ucrania, y todos dijeron: ¡oh, sí, esto es, este es el sabor! ¿No es increíble? Por lo tanto, este es un lugar de unidad, y aquí encontramos la oportunidad de demostrar que nos queremos y que somos de donde somos".
"El mundo necesita esto, porque yo soy rusa, y tengo tres hermanos hoy en Ucrania con sus familias, el mundo necesita esto, porque si olvidamos que somos un todo, entonces no existiremos. Podemos sobrevivir a lo que está sucediendo ahora, a esta terrible tragedia que nos está ocurriendo, sólo con la ayuda del amor. Porque con el odio crearemos aún más destrucción", asegura con sentimiento Elena.