Seis días después del fiasco de la Liga de Campeones, el Estadio de Saint-Denis acogió este viernes a 77 000 aficionados con una seguridad y logística reforzada. Muy diferente a lo vivido en la final de la Champions entre el Liverpool y el Real Madrid.
Seis días después del fiasco de la Liga de Campeones, el Estadio de Francia de Saint-Denis acogió el Francia-Dinamarca este viernes sin incidentes ni contratiempos.
Los 77 000 aficionados accedieron a las gradas de manera fluida y con calma. Muy diferente a lo vivido en la final entre el Liverpool y el Real Madrid. Sin embargo, muchos se mostraron precavidos.
"Teníamos un poco de miedo, y es cierto que nosotros, como familia, temíamos más por nuestra hija. Pero nos dijimos que las autoridades no cometererían los mismo errores dos veces", dijo Lydie humez, aficionada francesa.
Unos 2 700 policías, algo más que lo normal para un partido internacional que no es una final, se desplazaron a la zona. Entre ellos, destacan unos 600 agentes de paisano con el objetivo de neutralizar los pequeños robos, muy comunes el pasado sábado.
"Nuestros planes estaban a punto de cancelarse porque no sabíamos cómo salir del estadio después. Así que nos preparamos para ir a un hotel cercano y pasar allí la noche. Pero ahora, vemos a toda la policía, por todas partes, y en el metro, por eso ahora tomaremos el metro de vuelta a nuestro propio hotel", comentó la danesa, Nina Gade.
Los incidentes de la final entre el Liverpool y el Real Madrid, en los que hubo momentos de alta tensión, tuvieron un enorme impacto internacional y llevaron al ministro del Interior de Francia, Gérald Darmanin, y la ministra de Deportes, Amélie Oudéa-Castéra, a dar explicaciones ante los senadores el miércoles.
La policía gala fue muy criticada por haber intervenido contundentemente usando gases lacrimógenos y muchos hinchas también denunciaron robos en las inmediaciones del estadio.
El Gobierno británico, el Liverpool y el Real Madrid han pedido explicaciones por lo sucedido, mientras que la UEFA emitió un comunicado de disculpas y el Gobierno francés reconoció que se podía "haber hecho mejor" en la final de la Liga de Campeones.