KINSHASA, 8 jun - El rey Felipe de Bélgica devolvió este miércoles una máscara tradicional a la República Democrática del Congo como gesto de buena voluntad durante su primera visita a la antigua colonia belga desde que asumió el trono en 2013.
La visita está siendo observada con atención en ambos países, donde el legado de la dominación colonial belga entre 1885 y 1960, que provocó millones de muertes en la República Democrática del Congo, se cierne sobre ellos.
En 2020, Philippe se convirtió en el primer responsable belga en expresar su pesar por el "sufrimiento y la humillación" infligidos a los congoleños. Pero no llegó a presentar una disculpa y algunos han exigido que lo haga esta vez.
Philippe ofreció una máscara de iniciación del pueblo Suku al museo nacional de la República Democrática del Congo como "préstamo indefinido". La máscara ha estado durante décadas en manos del Museo Real de África Central de Bélgica.
"Estoy aquí para devolverles esta obra excepcional para que los congoleños puedan descubrirla y admirarla", dijo Philippe, de pie junto al presidente de la República Democrática del Congo, Félix Tshisekedi. "Marca el inicio simbólico del refuerzo de la colaboración cultural entre Bélgica y el Congo".
El rey llegó el martes a la capital, Kinshasa, con su esposa, la reina Mathilde, y el primer ministro, Alexander de Croo, para una visita de una semana que también lo llevará a las ciudades orientales de Bukavu y Lubumbashi.
Está previsto que se dirija a una sesión conjunta del parlamento congoleño el miércoles.