BRUSELAS, 14 jun - La producción de estupefacientes está creciendo en Europa, según una estimación publicada el martes por la agencia antidroga de la UE, que advirtió de la proliferación de nuevas sustancias psicoactivas que se venden y consumen en el continente.
En su informe anual, la agencia antidroga de la UE afirma que están apareciendo nuevas pruebas del aumento de la producción de drogas en Europa, lo que confirma su anterior advertencia de que el continente se está convirtiendo en un centro mundial de estupefacientes, y ya no es solo un mercado de consumo.
"La producción de drogas sintéticas sigue aumentando en Europa", advertía el informe, que señala que los laboratorios ilegales de Europa producen enormes cantidades de anfetamina, metanfetamina y otras drogas sintéticas para el consumo local y la exportación fuera de Europa.
Las drogas y los productos químicos necesarios para producirlas se siguen importando en gran medida a Europa desde otras partes del mundo, como América del Sur y Asia, pero las organizaciones delictivas europeas están estrechando sus lazos con los cárteles de fuera del continente en un intento por reducir los costes de la producción y el tráfico de drogas, según el informe, que se basa en información de los organismos policiales europeos.
Más de 350 laboratorios de drogas sintéticas fueron detectados y desmantelados en 2020 en Europa, el último año del que se dispone de datos, dijo la agencia de la UE, que añadió que las fuerzas del orden también descubrieron más laboratorios de cocaína y lugares de producción de nuevas drogas, como la catinona.
La catinona es una sustancia química similar a la anfetamina y supuestamente es el principal principio activo del khat, una planta utilizada tradicionalmente en África oriental y la península arábiga por sus efectos estimulantes.
La agencia antidroga de la UE informó de un tráfico récord de catinona en Europa, como parte del creciente uso de nuevos estupefacientes, que "siguen apareciendo en Europa a razón de uno por semana", según el informe.
La mayoría de los laboratorios desmantelados de drogas ilícitas se encontraron en Bélgica y Países Bajos. También se detectaron instalaciones de producción en la República Checa, Polonia, Alemania y otros países de la UE.