Paramilitares, cárteles de la droga y guerrillas luchan por el control de los campos de coca en el Cauca, un departamento rural en el que no se percibe la presencia del Estados. La comunidad indígena y líderes sociales son víctimas de la violencia impune.
PUBLICIDADEl verde intenso de 16 000 hectáreas de coca ilumina las carreteras. El narcotráfico ha explosionado y ha atraído a violentos grupos armados que protegen las plantaciones. Gobierne quien gobierne poco cambia en la región
En el departamento del Cauca se está produciendo una matanza de indígenas Nasa que se oponen a esos cultivos. Las víctimas son tan inocentes como Bréiner, un niño de 14 años. Fabián Camayo Gueitio ha perdido a dos hermanos debido a la violencia.
“Son grupos armados que la mayoría, si usted puede ver, están conformados por menores de edad. No hay un lineamiento político. Un lineamiento revolucionario. Solamente están enfocados más en un tema económico. Más que todo enfocados en defender todo el tema del cultivo ilícito y todo lo que eso genera”, dice Fabián, él también ha sido herido de bala por uno de los grupos, las disidencias de las Farc.
Por su parte, el guardia indígena Oveimar cuenta que el pacto de paz con las FARC produjo la atomización de los grupos que ahora luchan por la coca. Días después de esta conversación sufrió un atentado, saliendo ileso
Las pintadas de los grupos armados dan cuenta de la magnitud del conflicto entre guerrillas y narcoparamilitares. 89 jefes indígenas han sido asesinados en Colombia desde 2018 la mayoría en Cauca.
La violencia aboca a muchos a vivir en el exilio.
“No vivo en mi comunidad por ese mismo motivo, porque me ha tocado salir, una persecución constante, que nos ha tocado. El hecho de nosotros portar este chaleco, este bastón, nos pone a nosotros como en el ojo para ellos, que somos el obstáculo, que no les dejamos trabajar y hacer lo que ellos quieren”, cuenta Joana Dagusnas, coordinadora de Resguardo Páez de Corinto, una entidad pública especial dirigida por las comunidades indígenas.
Cauca es la región más mortal de Colombia para los defensores de derechos humanos
Más de 900 líderes sociales y comunitarios han sido asesinados en Colombia desde la firma del pacto de paz con las Farc en 2016. Los Nasa en el Cauca denuncian que la violencia está espoleada por una deficiente implementación de ese pacto. Reclaman al Estado una mayor presencia en forma de escuelas y también la llegada de proyectos productivos para la comunidad.