El transporte de trigo, maíz y girasol se ha dificultado y ralentizado en gran parte tras la invasión rusa de Ucrania.
PUBLICIDADEl transporte de trigo, maíz y girasol se ha dificultado y ralentizado en gran parte tras la invasión rusa de Ucrania.
Encontrar soluciones urgentes a la inminente crisis alimentaria mundial, causada en gran parte por la guerra, es la meta de la conferencia de ministros del G7 en Berlín.
La ministra de asuntos exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, enumeró causas y definió la guerra en Ucrania como el catalizador que ha distor sionado el transporte mundial de alimentos: "Es una crisis de hambre que se cierne ante nosotros como una ola que amenaza la vida. Algunas de las razones no son nuevas: los conflictos regionales, especialmente en Afganistán, el dominio de los talibanes, las sequías, las consecuencias de la crisis climática y también las secuelas de la Covid-19, pero ha sido la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania la que convirtió una ola en un tsunami".
En África, países como Egipto, Etiopía o Túnez dependen en gran medida de las exportaciones ucranianas.
El impacto de la invasión rusa en el mercado alimentario es especialmente agudo en relación a productos como el trigo, el maíz y el girasol, de los que Ucrania es una despensa estratégica para el mundo.