La crisis económica en el sector aéreo mundial persiste pese a las huelgas controladas.
El sector aéreo cae en picado.
Tras los dos años de pandemia, las ganas de viajar no faltan. Sin embargo, cada vez es mas difícil.
En el mundo, se calculan 2,3 millones de personas menos trabajando en el sector aéreo que en 2019.
El aeropuerto Liszt Ferenc de Budapest es un ejemplo de la situación internacional. La falta de personal provoca retrasos en los vuelos de más de una hora y cancelaciones de reserva en cadena.
"También nos enfrentamos a los retos de las empresas de asistencia en tierra. Todas ellas son socias de las aerolíneas. Se ocupan de la facturación, del embarque y de la gestión del equipaje, entre otras cosas.", añade Katalin Valentínyi, directora de comunicación del aeropuerto Liszt Ferenc de Budapest. "Es en las empresas que están aquí en Hungría y sobre todo en el extranjero, donde hay una gran escasez de mano de obra. Especialmente para los operarios encargados del equipaje. Y, por supuesto, si no hay alguien que atienda el avión, éste se retrasa.", concluye la directora.
En París, los trabajadores de los principales aeropuertos amenazaron con ponerse en huelga hasta el domingo. Finalmente el paro no tuvo lugar tras negociar un aumento de sus salarios de un 3% con la sociedad Aeropuertos de París
A nivel internacional, es en el Reino Unido donde la situación es la más crítica.
Para combatir esta crisis internacional, los aeropuertos piden a las compañías aéreas soluciones concretas como reducir el número de vuelos o dejar asientos vacíos en los aviones para agilizar los controles de seguridad.