Millones de musulmanes de todo el mundo celebran el Aíd al Adha o la Fiesta del Sacrificio, ensombrecida este año por la inflación y la subida de los precios.
PUBLICIDADMillones de musulmanes de todo el mundo celebran el Aíd al Adha o la Fiesta del Sacrificio, una de las mayores celebraciones del calendario islámico. Este año la festividad se ha visto mermada por la inflación y la subida de los precios derivada de la guerra en Ucrania.
Un brote de fiebre aftosa ensombrece la fiesta en Indonesia
En Indonesia, el país musulmán más poblado del mundo, además han tenido que lidiar con un brote de fiebre aftosa.
"Estamos preocupados con la propagación de la fiebre aftosa, y no sólo durante el Aíd al Adha. Es un problema para toda la comunidad musulmana y el gobierno debe solucionarlo inmediatamente, decía Jusuf Kalla, presidente del Consejo de las mezquitas de Indonesia, que ayudará a realizar inspecciones antes del sacrificio.
Apedrear al diablo en total seguridad
Y en Arabia Saudí, miles de peregrinos participaron en la lapidación del diablo en la ciudad de Mina, cerca de La Meca. Durante el ritual simbólico del jamarāt los peregrinos apedrean tres columnas que representan las tentaciones del diablo.
Este es un punto atasco para las multitudes. En 2015, miles de peregrinos murieron aplastados en una estampida. Desde entonces, las autoridades han mejorado el acceso a la instalación.
"Me siento más seguro ahora durante la peregrinación, al diferencia de como me sentía en los pasados años", dice este peregrino.
Penuria generalizada en Oriente Medio
Y en Jerusalén, los festejos tuvieron lugar el sábado en el recinto de la mezquita Al Aqsa. Aquí también la guerra en Ucrania ha disparado los precios y ha provocado una situación de penuria generalizada, muchos dicen no poder permitirse el ganado para el sacrificio ritual.