Pedro Sánchez se enfrenta a su primer debate sobre el estado de la nación

Intevención de Pedro Sánchez en el Congreso sobre la guerra de Ucrania
Intevención de Pedro Sánchez en el Congreso sobre la guerra de Ucrania Derechos de autor Manu Fernández/Manu Fernández
Por Euronews
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El PP acude a la cita, suspendida durante siete años, con las encuestas a favor y la histórica victoria en Andalucía.

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El que comienza este martes será el debate sobre el estado de la nación con un interregno mayor respecto al anterior desde que comenzaron en 1983. Las elecciones, el poco tiempo desde los comicios y la pandemia han sido las causas para que desde 2015 el presidente del Gobierno no haya llevado a cabo la intervención más importante en las Cortes junto con el debate de investidura y el de los presupuestos generales.

El debate sobre el estado de la nación no es obligatorio para el jefe de Gobierno. No está dentro de la Constitución y tan solo está recogido en dos artículos del Reglamento del Congreso, el 196 y el 197. En catorce años desde su instauración no lo ha habido. Se inició cuando Felipe González era presidente del Gobierno en un intento de que España siguiera la senda países como el Reino Unido o Estados Unidos. 

Desde entonces se ha celebrado en 25 ocasiones siendo el propio presidente socialista, con 10, el que más veces lo ha convocado, seguido del conservador José Maria Aznar y el también socialista José Luís Rodriguez Zapatero, ambos con seis. 

Entre el martes y el jueves de esta semana Pedro Sánchez dará su perspectiva sobre lo que ha supuesto hasta ahora el mandato de la primera coalición desde el final de la dictadura. Será el primero que hable, a las 12 de la mañana del martes y sin límite de tiempo, antes de que la presidenta de la Cámara, Meritxell Batet, suspenda la sesión hasta las cuatro de la tarde del mismo día, momento en el que comenzarán a intervenir el resto de formaciones.  

La trascendencia del debate está marcada por varios detalles. Para el profesor de Ciencias Sociales de la Universidad Carlos III Pablo Simón, "lo más destacable es el restablecimiento de la normalidad institucional en nuestro país", tras siete años sin esta cita política.

Fernando Vallespín, politólogo y catedrático de Ciencia Política y de la Administración en la Universidad Autónoma de Madrid, cree que será una oportunidad para ver cuál es la situación entre los socios del Gobierno, "pero también cuál es la situación entre socios del Gobierno y sus apoyos parlamentarios". Un tema que saldrá a colación será el caso de espionaje contra políticos independentistas, pero también es probable que haya exigencias de más políticas de izquierda. 

Hay una circunstancia importante que ambos señalan y que puede restar trascendencia a lo que ocurra a partir de mañana. El debate se celebra cuando muchos españoles están de vacaciones y otros a punto de cogerlas, por lo que puede suceder que todo lo que se hable en el Congreso no quedé mucho tiempo grabado en la memoria de la ciudadanía, cuando aun queda año y medio para la próxima cita electoral. 

Un presidente sin complejos

Para Pedro Sánchez la de mañana no es una cita sencilla. La situación económica y la falta de estabilidad son solo algunos factores que la complican. Simón considera el Gobierno es "va a intentar recuperar el control de una agenda que claramente se le escapa". 

Es probable que el presidente trate de mostrar algunos logros de la legislatura, como los buenos resultados en materia laboral o en política exterior. Pero habrá factores que jueguen en su contra. 

"De un lado, los elementos que están ligados con el frente externo, todo aquello que tiene que ver con el efecto de la alta inflación y de la guerra de Ucrania, que está haciendo que la situación económica de nuestro país se deteriore a ojos vista", señala Simón.

"Y del otro lado, el que podríamos llamar 'frente interno' que tiene que ver con la coalición y las discrepancias entre el propio Gobierno con sus socios parlamentarios. En esto sabemos que normalmente, cuando ya estamos cerca de elecciones, suele haber más discrepancia entre los socios que tratan de marcar perfil político diferente", añade.

El compromiso de la pasada cumbre de la OTAN de aumentar el gasto militar a un 2% ya ha causado fricciones, al igual que la posición del PSOE tras el último salto a la valla de Melilla que se saldó con más de veinte muertos. 

Bernat Armangue/Copyright 2022 The Associated Press. All rights reserved
Pedró Sanchez junto al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y el presidente de EEUU, Joe Biden.Bernat Armangue/Copyright 2022 The Associated Press. All rights reserved

Al respecto, Vallespín cree que "el Gobierno necesita recuperar imagen y cohesión de cara a cara a los ciudadanos. Las disensiones han sido sido muy fuertes en estos últimos meses y muy en particular digamos en el momento casi anterior a que se celebre el debate".

La oportunidad del PP

El principal partido de la oposición llega a la cita con el viento a favor. La histórica victoria en las elecciones andaluzas, en las que logró mayoría absoluta en lo que hasta los comcios previos había sido un fortín para los socialistas, y las encuestas cada vez más favorables confirman el acierto del viraje hacia el centro con Alberto Núñez Feijóo al frente.

El nuevo presidente de la formación estará presente pero no podrá intervenir al no tener escaño. La resposabilidad será para la portavoz, que, como el resto de grupos, tendrá treinta minutos para una primera intervención y otros diez para una replica. "El PP aquí arriesga poco porque si le sale mal la culpa será de Cuca Gamarra y si le sale bien el mérito se lo llevara al propio Feijóo, que puede decir que ha estado detrás. El PP se presentará como un partido de Estado y que tiene muy clara cuál es la alternativa a las políticas económicas del Gobierno", sostiene Vallespín. 

Ante la posibilidad de una crisis económica y los datos de inflación, la estrategia, según Simón, "estará orientada a centrarlo en gestión y en economía. Ese va a ser el tema prioritario de su agenda. Y reforzar la imagen de Núñez Feijóo como buen gestor. Ellos saben que este elemento es uno de los fundamentales que está generando desgaste en el Gobierno y ellos van a continuar apostando por ello".

De cara a los próximos comicios, el profesor señala que el PP "se ha vuelto hegemónico entre algunos sectores, como eran los tradicionales votantes de centro, también nuevos votantes o votantes menos ideologizados. Por lo tanto, el PP está ensanchando su nivel de apoyo, está siendo capaz de crecer en ambas direcciones. Y yo creo que esto es básicamente algo muy ligado a que el PP ahora está bien alineado con el signo de los tiempos: decir ahora que se buscan perfiles serios, perfiles gestores para una situación difícil. Y ahí Feijóo tiene las de ganar".

El distanciamiento con el socio de Gobierno

En un país cuyos gobernantes estaban acostumbrados a estar en solitario en el poder, la coalición con Unidas Podemos está causando división entre ambos socios. Ambos expertos coinciden en que los de Ione Belarra deberán marcar un perfil propio, pedir al PSOE más compromiso con el ideario de la izquierda y mostrarse como la única formación capaz de arrastrar a los socialistas en esta dirección. La cuestión de fondo, probablemente, será el tono en el que lo hagan. 

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Simón recuerda que el Grupo Confederal de Unidas Podemos en el Congreso de los Diputados tiene diferentes sensibilidades: "los Comunes están más alineados con (la ministra de Trabajo) Yolanda Díaz frente a, por ejemplo, Pablo Echenique (portavoz del Grupo Confederal de Unidas Podemos), que está en una posición más beligerante", 

Su postura puede poner en una encrucijada a sus socios de Gobierno ya que, según Vallespín, "sociológicamente el electorado español es más de centro que de izquierda. El problema para el PSOE radica en que si se escora demasiado a la izquierda, puede ocurrirle como en Andalucía, que un sector importante de sus votantes giren precisamente hacia el partido Popular".

Los apoyos del Gobierno y las caras nuevas

Otro de los puntos importantes de este debate es la postura que marquen los socios de Gobierno. El espionaje a los líderes independentistas catalanes con el programa Pegasus saldrá a la luz. La abstención de Esquerra Republica (ERC) en 2020 fue definitiva para que Sánchez fuera investido presidente. Según han relatado algunas fuentes de la formación a la agencia EFE, su portavoz, Gabriel Rufián, hará un discurso "crítico pero constructivo" en el que pedirá acelerar la reforma fiscal para subir los impuestos a los que más tienen, además de otras medidas en una dirección similar. El líder de Más País, Íñigo Errejón, ha indicado que el debate será un "momento decisivo" para el Gobierno. 

Por otro lado, este debate estará marcado por la inexperiencia de la mayoría de oradores. Solo Ana Oramas, de Coalición Canaria, Aitor Esteban, del Partido Nacionalista Vasco y Joan Baldoví, de Compromis, han participado en ocasiones anteriores. El 99% de los diputados también estará por primera vez en esta cita del calendario político. 

Se espera que el presidente Pedro Sánchez ponga sobre la mesa medidas ante un otoño que los sindicatos ya han vaticinado como "caliente" por la situación derivada de la invasión de Ucrania y el suministro de gas. Los diferentes grupos, además, pueden llevar al Congreso un máximo de quince propuestas de resolución cada uno, que no tienen carácter legislativo, pero pueden orientar la política del Gobierno. 

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El presidente puede intervenir en cualquier momento del debate. Su última alocución está prevista para el miércoles, un día antes de que se voten las propuestas de resolución en la última sesión, la del jueves, que empezará a las 10 de la mañana.

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