El pontífice se reunió con los antiguos alumnos de los internados para escuchar de primera mano sus experiencias de haber sido arrancados de sus familias y obligados a asistir a escuelas gestionadas por la Iglesia y financiadas por el gobierno.
El viaje de "peregrinación penitencial" del papa Francisco en Canadá ha culminado con su discurso de disculpa.
Este viernes en Iqaluit, en el territorio de Nunavut, el pontífice se reunió con los antiguos alumnos de los internados para escuchar de primera mano sus experiencias de haber sido arrancados de sus familias y obligados a asistir a escuelas gestionadas por la Iglesia y financiadas por el gobierno. El objetivo de esta política, que estuvo en vigor desde finales del siglo XIX hasta la década de 1970, era separar a los niños de sus culturas nativas y asimilarlos a la sociedad cristiana canadiense.
"Alumnos de los internados, les doy las gracias. Por haber tenido la valentía de contar sus historias y de compartir su gran sufrimiento que yo no hubiera imaginado. Esto sólo renovó en mí la indignación y la vergüenza que tenía desde hace meses", declaró el papa.
"Quiero decirles lo mucho que lamento y pedirles perdón por el mal perpetrado por no pocos católicos que en estas escuelas contribuyeron a las políticas de asimilación cultural y desvinculación."
Con esta visita concluyó este inusual viaje de cinco paradas, que ha recibido varias reacciones mixtas.