El Watergate griego inquieta a la comunidad europea sobre el estado de la seguridad de los periodistas en Grecia
El Watergate griego desencadena una ola de reacciones.
La Comisión Europea ha calificado de "inaceptable" el caso de las escuchas telefónicas al líder socialista Nikos Androulakis y a dos periodistas por parte de los serivicios secretos helenos.
Annita Hipper, portavoz de la Comisión Europea ha señalado que ya habían alertado sobre la vigilancia a periodistas, que el gobierno minimizó durante meses.
"Además, la investigación de estos asuntos es responsabilidad de cada Estado miembro y la Comisión espera que las autoridades nacionales examinen a fondo estas acusaciones para restablecer la confianza de los ciudadanos", ha añadido Hipper.
El escándalo salió a la luz la semana pasada y desde entonces la presión política entorno al Premier griego Kryakos Mitsotakis aumenta, dado que el servicio de inteligencia depende de su autoridad.
El principal partido de oposición, el izquierdista SYRIZA, ha pedido la dimisión del conservador y ha solicitado un debate en el Parlamento griego sobre este caso.
La petición ha sido aceptada por el Gobierno, que tendrá que rendir cuentas de lo ocurrido el próximo 22 de agosto.
El Gobierno griego sigue insistiendo en que la vigilancia del líder del PASOK, el partido socialista, no fue ilegal, pero no ha dado ninguna respuesta sobre por qué Nikos Androulakis tenía que estar bajo el radar del Servicio de Inteligencia.
La Comisión Europea incluyó los casos de espionaje a dos periodistas griegos en el informe sobre la situación del Estado de Derecho en Grecia publicado el pasado 13 de julio.
La Comisión también pedía al Gobierno que hiciera más por garantizar la seguridad de los periodistas y la libertad de prensa en el país.