Moscú asegura que habría abatido a más de 500 soldados ucranianos en este ataque. Se confirma también la muerte de Alexéi Kovaliov, un importante funcionario prorruso.
Prudencia y pies en el suelo. Las noticias sobre una contraofensiva ucraniana para recuperar la ciudad de Jersón, al sur del país, han llevado al Gobierno a pedir cautela.
Kiev pide que no se especule en torno a un hecho tan importante en el devenir de la actual guerra. Lo explicaba Nathalia Gumeniuk, portavoz del mando del Ejército del sur de Ucrania:
"Que haya noticias así inspira a todo el mundo", reconocía Gumeniuk. "Ahora toca ser pacientes y entender las reglas y el orden de actuación de las unidades militares".
En las últimas horas, y según informa la agencia oficial de noticias Ukriform, las fuerzas ucranianas han atacado diversos objetivos militares no solo en Jersón, sino también en las Antonivka, Oleshky, Nóva Kajovka, Liubimivka y Berislav.
Ucrania lleva semanas bombardeando los puentes de la región para aislar a las tropas rusas allí desplegadas. La gran ofensiva ucraniana en el sur era desde hace días un secreto a voces, pero lo cierto es que por el momento se desconoce el alcance y la intensidad de la misma.
Desde Rusia, por su parte, confirman que la ofensiva, llevada a cabo en tres direcciones y centrada en las zonas ocupadas por las tropas rusas en las regiones de Jersón y Mykolaiv, sí ha tenido lugar, si bien dejan claro que esta habría "fracasado estrepitosamente".
Moscú habla de más de 500 soldados ucranianos abatidos, y confirma también el asesinato de Alexéi Kovaliov, un importante funcionario de la administración prorrusa en Jersón.
Con su muerte, ya son cinco los funcionarios asesinados a manos de Ucrania en esta región limítrofe con la autoanexionada península de Crimea y de vital importancia geoestratégica en esta guerra.