Los gobernadores republicanos de Florida y Texas han enviado a cientos de migrantes hispanos a la residencia de la vicepresidenta Harris y a una lujosa isla para pedir a Joe Biden más seguridad en la frontera con México. Los demócratas lo consideran vergonzoso y temerario.
Los demócratas se escandalizan ante lo que algunos republicanos consideran una forma de protesta. Los gobernadores republicanos de Florida y Texas han enviado esta semana a centenares de migrantes en autobuses y aviones a la residencia en Washington de la vicepresidenta Kamala Harris y a la exclusiva isla de Martha's Vineyard y sus mansiones multimillonarias.
"Vergonzoso e imprudente"
"Hay un proceso en marcha", se quejaba la secretaria de prensa de la Casa Blanca Karine Jean-Pierre. "Hay una forma legal de hacer esto y de gestionar a los migrantes. La interferencia de los gobernadores republicanos en ese proceso y el uso de los migrantes como peones políticos es vergonzoso, imprudente y totalmente equivocado".
"Biden no mueve un dedo"
Con esta acción, Ron de Santis y Greg Abbot aseguran querer llamar la atención para que el Gobierno haga segura la frontera de Estados Unidos con México, según de Santis, Joe Biden no mueve un dedo al respecto. Un tema, el de la inmigración ilegal, clave para ellos en las próximas elecciones de mitad de mandato.
Entre los migrantes transportados hay ciudadanos venezolanos, uruguayos, colombianos y mexicanos, informan algunos medios.