Es la primera vez en la historia de la humanidad que se intenta cambiar la trayectoria de un cuerpo celeste, en un intento de proteger a la Tierra de asteroides similares al que hace 66 millones de años provocó la extinción de los dinosaurios.
La NASA hizo historia este lunes: la nave espacial DART, dardo en inglés, se estrelló a 6,4 kilómetros por segundo contra el asteroide Dimorphos, a unos 11 millones de kilómetros de la Tierra. Una prueba vital para defendernos en el futuro de peligrosos objetos espaciales. El impacto pudo verse en la retransmisión en directo de la NASA, pero los científicos tendrán que esperar para ver si DART logró alterar ligeramente la órbita del asteroide.
Es la primera vez en la historia de la humanidad que se intenta cambiar la trayectoria de un cuerpo celeste, en un intento de proteger a la Tierra de asteroides similares al que hace 66 millones de años provocó la extinción de los dinosaurios.
Además, esta es la primera prueba de "defensa planetaria" que efectúa la NASA, en el marco de la importancia creciente que han dado las Fuerzas Armadas de EE.UU. al espacio y a las posibles amenazas que puedan encontrarse en él.
Poco después del lanzamiento, la directora de la División de Ciencias Planetarias de la NASA, Lori Glaze, afirmó que el mundo ha abierto esta noche un nuevo capítulo.
La NASA retransmitió en directo el impacto en un video en blanco y negro en el que se pudo ver cómo la pequeña sonda se estrellaba contra el asteroide.
Al mismo tiempo, los espectadores pudieron seguir la cuenta atrás hasta el impacto: "¡Tres, dos, uno!". Y pudieron ver cómo en ese momento estallaban en vítores, aplausos y abrazos los científicos de la NASA y del Laboratorio de Física Aplicada Johns Hopkins (LFA), que han trabajado juntos en esta misión.
UNA NAVE DEL TAMAÑO DE UN FRIGORÍFICO
La nave no tripulada que efectuó el histórico viaje tiene el nombre de DART, siglas en inglés de Prueba de redirección de un asteroide doble, mide casi lo mismo que un frigorífico o una máquina expendedora de comida, y su construcción costó más de 330 millones de dólares.
Por su parte, el asteroide contra el que se estrelló se llama Dimorphos ("dos formas" en griego). Es un cuerpo espacial de 160 kilómetros de diámetro parecido a una luna y que gira en torno a otro asteroide más grande llamado Didymos, de 780 kilómetros de diámetro y cuyo nombre significa "gemelo" en griego.
Juntos forman parte de lo que se conoce como un sistema de asteroide doble y fueron seleccionados por la NASA porque no suponen ninguna amenaza para la Tierra.
Los científicos de la NASA creen que el impacto de DART sobre Dimorphos puede haber provocado un cráter y lanzado pequeños fragmentos rocosos al espacio.
Un pequeño satélite desarrollado por la Agencia Espacial Italiana siguió a cierta distancia la operación para tomar imágenes del impacto y enviárselas a los científicos para que las evalúen en las próximas horas o días.
UNA MISIÓN DE PELÍCULA
El administrador de la NASA, Bill Nelson, explicó en Twitter el objetivo de la prueba y la comparó con la película de ciencia ficción Armageddon, donde el personaje encarnado por Bruce Willis forma parte de una misión para destruir un asteroide que se acerca peligrosamente a la Tierra.
La gran diferencia entre Armageddon y la misión de la NASA es que, en este caso, el objetivo era cambiar ligeramente la órbita del asteroide y no destruirlo. Un fuerte impacto podría acabar en desastre con cientos de rocas espaciales cayendo sobre la Tierra.
Por ahora, la NASA no tiene en su radar algún objeto que pueda representar una amenaza directa contra la Tierra durante los próximos 100 años, pero decidió poner a prueba su tecnología para estar preparada.
Una nave espacial de la NASA embistió un asteroide a una velocidad vertiginosa el lunes en un ensayo general sin precedentes para el día en que una roca asesina amenace a la Tierra.
El gran golpe galáctico se produjo contra un asteroide inofensivo situado a 7 millones de millas (9,6 millones de kilómetros), y la nave espacial llamada Dart se estrelló contra la pequeña roca espacial a 14.000 mph (22.500 kph). Los científicos esperaban que el impacto abriera un cráter, lanzara chorros de rocas y suciedad al espacio y, sobre todo, alterara la órbita del asteroide.
Telescopios de todo el mundo y del espacio apuntaron al mismo punto del cielo para captar el espectáculo. Aunque el impacto fue inmediatamente obvio -la señal de radio de Dart cesó abruptamente-, pasarán días o incluso semanas para determinar cuánto cambió la trayectoria del asteroide.
La misión, que costó 325 millones de dólares, fue el primer intento de cambiar la posición de un asteroide o de cualquier otro objeto natural en el espacio.
"No, esto no es el argumento de una película", tuiteó el administrador de la NASA, Bill Nelson, a primera hora del día. "Todos lo hemos visto en películas como 'Armageddon', pero lo que está en juego en la vida real es mucho", dijo en un vídeo pregrabado.
El objetivo del lunes: un asteroide de 525 pies (160 metros) llamado Dimorphos. En realidad, se trata de un lunar de Didymos, que en griego significa gemelo, un asteroide que gira a gran velocidad y es cinco veces mayor, y que expulsó el material que formó el compañero menor.
La pareja ha estado orbitando el sol durante eones sin amenazar a la Tierra, lo que los convierte en candidatos ideales para la prueba de salvar el mundo.
Lanzado el pasado mes de noviembre, el Dart, del tamaño de una máquina expendedora, que es la abreviatura de Double Asteroid Redirection Test (Prueba de Redirección del Doble Asteroide), navegó hasta su objetivo utilizando una nueva tecnología desarrollada por el Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins, constructor de la nave y gestor de la misión.
La cámara de a bordo de Dart, una parte clave de este sistema de navegación inteligente, captó a Dimorphos apenas una hora antes del impacto.