Invoca a Dios y al poder de las armas para seguir siendo libres. Defiende la industria extractiva y la soberanía brasileña de la Amazonia. Sus hijos garantizan la continuidad de la saga en la política del país.
PUBLICIDADJair Mesías Bolsonaro no era un recién llegado a la política cuando ganó las elecciones presidenciales de 2018.Diputado federal desde 1990, ya anticipó su eslógan de campaña cuando votó a favor de la destitución de la presidenta Dilma Roussef dos años antes.
"Por un Brasil encima de todo y por Dios encima de todos, mi voto es sí".
Al principio de la campaña Bolsonaro fue apuñadado, lo que, daño físico aparte, lo benefició de cara a las urnas.
En defensa de las armas
Apoyado por las Iglesias evangélicas, llega al Palácio del Planalto y Brasil da un giro radical a la derecha.
En su primer mes de mandato firma un decreto flexibilizando la posesión de armas. Siempre se ha mostrado partidario de su uso en casos de defensa personal. Durante su Gobierno el registro de cazadores, tiradores deportivos y coleccionistas se sextuplicó.
"Un arma defiende más que nuestra vida, defiende nuestra libertad".
En economía, ha aplicado políticas neoliberales, favoreciendo las industrias extractivas y agrícolas.
La soberanía de la Amazonia
Tanto él como Roussef rechazaron tajantemente la idea francesa de internacionalizar la Amazonia. Señaló que "Europa no no tiene nada que enseñarnos sobre preservación del medio ambiente".
"Es una falacia decir que la Amazonia es una herencia de la humanidad. Y es un error confirmado por científicos decir que nuestros bosques amazónicos son los pulmones del mundo".
La polémica gestión de la pandemia
Su presidencia también ha quedado marcada por su gestión de la pandemia de COVID 19, a la que quitó importancia. Brasil acabó siendo el segundo país del mundo con mayor número de muertes por detrás de Estados Unidos.
"Después del apuñalamiento, no va a ser un pequeño resfriado lo que me tumbe".
Con una población de 214 millones de personas, fallecieron unas 686 000 por coronavirus.
Este exmilitar de 67 años ya se ha ganado un lugar en la historia brasileña del primer cuarto del siglo. Además, la continuidad de su apellido en política parece garantizada por sus hijos, que han tenido voz y voto en su decisiones. Y la ideología ultraconservadora que representa cuenta con espacio propio entre la población de su país.