Hay ya 154 muertos y más de un centenar de heridos, y se teme por la vida de 33 de ellos.
En Corea del Sur, luto y homenajes a las víctimas de la avalancha humana durante las celebraciones de Halloween. La pareja presidencial depositaba flores, este lunes, en el altar erigido en la Plaza de Seúl, frente al Ayuntamiento.
Al menos 154 personas murieron, el sábado, durante una aglomeración descontrolada en un callejón del barrio de Itaewon, en la capital. 26 de los fallecidos son extranjeros. Hay más de un centenar de heridos y se teme por su vida de 33 de ellos.
Fallos de seguridad
Unas 100.000 personas visitaron Itaewon el sábado por la noche y muchos se preguntan ahora por la escasez de policías en la zona, donde el viernes ya se habían registrado peligrosas aglomeraciones, según han contado varios testigos.
La Policía surcoreana ha admitido haber fallado y su falta de previsión.
137 agentes de policía estaban congregados en la zona de Itaewon el sábado, en comparación con los entre 37 y 90 de los años anteriores a la pandemia, aunque su labor estaba destinada a evitar ilegalidades como la venta y consumo de drogas y a gestionar el tráfico rodado.
Según Hong Ki-hyun, jefe de la Oficina de Gestión del Orden Público de la Policía, no se dedicaron medidas especiales relacionadas al control de personas en el callejón donde se produjo la tragedia y tampoco existe un manual que contemple este tipo de eventos masivos en los que no existe un organizador claro.