Los cosmonautas Serguéi Prokopiev y Dmitri Petelin iniciaron hoy una caminata espacial, la 65ª del programa ruso en la Estación Espacial Internacional (EEI), con la misión principal de preparar la transferencia del módulo Rassvet con el brazo robótico europeo al laboratorio multiuso Naúka.
Es uno de los pocos ámbitos de cooperación entre Rusia y Occidente. Se da lejos de la guerra y los bombardeos, a 400 kilómetros de altura, en la Estación Espacial Internacional.
De hecho, la séptima camina espacial del año la han protagonizado los cosmonautas rusos Sergey Prokopiev y Dmitry Petelin que han salido de la estación para preparar el traslado de un módulo al laboratorio polivalente Naúka.
Dentro de la estación el brazo robótico europeo ERA ha sido controlado por la cosmonauta Anna Kíkina. El objetivo: mover el radiador y la esclusa de aire a su posición. La expedición ha durado menos de 7 horas.
Para Prokopiev, que lleva una escafandra Orlán con franjas rojas, es la tercera caminata espacial, y para Petelin, que viste un traje espacial ruso con rayas azules, la primera.
También realizarán conexiones eléctricas e hidráulicas, entre otras tareas.
Esta es la salida rusa número 65 al exterior de la EEI y la séptima en 2022.