"Alégrense rusos, un niño en la mesa de operaciones y las luces se apagaron completamente durante la operación. ¡Bien hecho! Gente muy humana", dice con amargura el cirujano Boris Todurov.
La línea del frente puede estar muy lejos, pero la guerra afecta diariamente a los habitantes de Kiev. La interrupción del suministro de agua y electricidad es ahora la norma en las ciudades de todo el país.
Incluso en los hospitales que cuentan con sus propios generadores, a veces que arreglárselas como este cirujano, operando bajo la luz de una linterna.
"Vamos a poner en marcha el generador ahora. Lamentablemente, es cuestión de minutos. Pero esa es la situación. Así que alégrense, rusos hoy, un niño en la mesa de operaciones y las luces se apagaron completamente durante la operación. ¡Bien hecho! Gente muy humana", dice con amargura Boris Todurov, cirujano ucraniano.
Los ataques aéreos de Rusia se han intensificado en respuesta a la reconquista de Jersón por parte de Ucrania y muchos habitantes tenien que huir de la ciudad.
"Cuatro bombas cayeron justo al lado de nuestra casa. Es demasiado peligroso para mi hija. La voy a llevar a un lugar seguro en Polonia. Después, es posible que no podamos evacuar", relata un residente de Jersón.
Además de los daños en sus infraestructuras críticas, muchas casas y edificios públicos han sido destruidos. Puede que Jersón ya no esté ocupada, pero sigue siendo una ciudad en guerra.