GINEBRA, 25 nov - El jefe de derechos humanos de la ONU, Volker Turk, dijo el jueves que los ataques rusos contra infraestructuras críticas en Ucrania desde octubre habían matado al menos a 77 civiles y estaban sumiendo a millones de personas en una situación de extrema precariedad.
Gran parte del país seguía sin calefacción ni electricidad tras los ataques aéreos rusos más devastadores hasta la fecha contra su red energética. Desde principios de octubre, Rusia ha lanzado misiles aproximadamente una vez por semana en un intento de destruir la red eléctrica ucraniana.
Moscú reconoce haber atacado infraestructuras básicas, pero niega que tenga como objetivo a los civiles, diciendo que pretende reducir la capacidad de lucha de Ucrania y empujarla a negociar. Kiev dice que esos ataques son un crimen de guerra.
"Millones de personas se ven sumidas en una extrema penuria y en unas condiciones de vida espantosas por estos ataques", dijo Turk en un comunicado.
"En su conjunto, esto plantea graves problemas en virtud del derecho internacional humanitario, que exige una ventaja militar concreta y directa para cada objetivo atacado".
En el mismo comunicado, dijo que el análisis preliminar de la ONU de los vídeos que parecían mostrar a soldados ucranianos ejecutando a prisioneros de guerra rusos indicaba que era "muy probable que fueran auténticos". Kiev ha dicho anteriormente que investigará cualquier presunto abuso por parte de sus fuerzas armadas.
El equipo de supervisión de la ONU ha dicho que tanto Rusia como Ucrania han torturado a prisioneros de guerra.
Turk pidió tanto a Rusia como a Ucrania que dieran instrucciones claras a sus fuerzas sobre el trato a los prisioneros de guerra y dijo que todas las denuncias de ejecuciones sumarias debían ser investigadas a fondo.