Los constantes bombardeos rusos contra las infraestructuras ucranianas han dejado a millones de personas sin agua, ni electricidad. Los países vecinos deben prepararse a un nuevo éxodo de ucranianos, según predice Jan Egeland del Consejo Noruego para los Refugiados, NRC, por sus siglas en inglés.
Ante el frío invierno y la destrucción de infraestructuras, una de las organizaciones humanitarias que más está ayudando al pueblo ucraniano ante la agresión rusa es el Consejo Noruego para los Refugiados. Tienen equipos desplegados en Odesa, Zaporiyia, Járkov o Kiev. Su Secretario General, Jan Egeland, acaba de regresar de Ucrania, donde millones de personas necesitan ayuda urgente para sobrevivir este invierno.
Jan Egeland, Secretario General del Consejo Noruego para los Refugiados, NRC, por sus siglas en inglés.
"Estamos en una carrera contra el reloj y contra el invierno en muchas de estas comunidades de primera línea que han recibido poca o ninguna ayuda en los últimos meses. La situación es terrible en Ucrania que se ha agravado por los ataques rusos contra la infraestructura civil."
Los constantes bombardeos rusos contra las infraestructuras ucranianas han dejado a millones de personas sin agua, ni electricidad. Según predice Egelan, los países vecinos, deben prepararse a un nuevo éxodo de ucranianos.
"Europa tiene que prepararse para la llegada de cientos de miles de nuevos refugiados este invierno, desde Noruega en el norte hasta los países del sur de Europa. Vendrán decenas de miles de personas. Sin embargo, la mayoría, por supuesto, seguirá llegando a Polonia, a Hungría, a Rumanía y a Moldavia", anticipa Jan Egeland, quien considera que Rusia debería proporcionar corredores seguro a las organizaciones humanitarias.
Muchos de los que aún no han huido de las zonas de guerra en el este y el sur de Ucrania son personas mayores que no pueden o no quieren abandonar la tierra de sus antepasados.