Mientras, el Ministerio de Defensa ruso asegura haber alcanzado un depósito de armamento ucraniano en Zaporiyia. También ha informado de la muerte de decenas de soldados ucranianos en el frente de Donetsk, en Járkov, y en Jersón. Además ha confirmado la destrucción de nueve drones ucranianos.
Liberar la estratégica península de Kinburn en la desembocadura del río Dniéper es el objetivo del Ejército ucraniano, que prosigue su ofensiva en esta zona del sur del país.
Su control es clave porque facilita el acceso fluvial directo tanto a Jersón como a Mikoláiv.
Uno de los problemas es la existencia de amplios campos de minas que tienen que limpiarse, como explica Valin, zapador del Ejército ucraniano: "En dos hectáreas hemos localizado 55 minas, una decena eran visibles", dice.
Más al este, en la región de Donetsk, los soldados ucranianos utilizan su sistema de lanzacohetes múltiple Bureviy contra las líneas de suministro del Ejército ruso.
"Seleccionamos una posición, estacionamos, desplegamos el sistema, apuntamos y disparamos. Luego recogemos rápidamente y abandonamos la zona", comenta Dmitro, uno de los soldados ucranianos destinados en la unidad lanzacohetes.
Mientras, el Ministerio de Defensa ruso asegura haber alcanzado un depósito de armamento ucraniano en Zaporiyia. También ha informado de la muerte de decenas de soldados ucranianos en el frente de Donetsk, en Járkov y en Jersón.
Además ha confirmado la destrucción de nueve drones ucranianos.
Los bombardeos rusos en la zona son intensos pese a la determinación del Ejército ucraniano.