La defensa aérea ucraniana ha derribado 13 drones de Rusia sobre la capital este miércoles y espera el envío del sistema Patriot de EE.UU.
PUBLICIDADNo se produjeron víctimas ni daños en las instalaciones energéticas en los nuevos ataques con drones que Rusia lanzó sobre Kiev a madrugada del miércoles.
Dos edificios administrativos del centro de la capital ucraniana resultaron dañados por los "restos" de un dron, mientras la defensa aérea ucraniana derribaba 13 drones sobre la capital en ataques matutinos.
Los ataques de misiles y drones rusos en los últimos dos meses han destruido infraestructuras clave en toda Ucrania y Kiev ha pedido en repetidas ocasiones a los aliados occidentales que envíen la defensa antiaérea avanzada de largo alcance.
Funcionarios estadounidenses declararon que el Pentágono está ultimando los planes para enviar sistemas de misiles Patriot a Ucrania.
Patriot es un sistema de defensa antiaérea de largo alcance, a cualquier altitud y en cualquier condición meteorológica, para contrarrestar misiles balísticos tácticos, misiles de crucero y aviones avanzados.
Sería el sistema de armamento defensivo de largo alcance más eficaz enviado al país y, según las autoridades, contribuirá a proteger el espacio aéreo de las naciones de la OTAN en Europa Oriental.
El expresidente ruso Dmitri Medvédev ha advertido a la OTAN de que no proporcione a Ucrania defensas antimisiles Patriot y es probable que Moscú considere esta medida como una escalada.
Rusia usa misiles que Ucrania le transfirió en 1990
La inteligencia ucraniana informó de que las fuerzas rusas están atacando Ucrania con misiles que Ucrania transfirió a Rusia en la década de 1990.
En un comentario a The New York Times, un representante de la Dirección General de Inteligencia (GUR) ucraniana afirmó que las fuerzas rusas están utilizando misiles balísticos y bombarderos estratégicos Tu-160 y Tu-95 que Ucrania transfirió a Rusia como parte del Memorando de Budapest, por el que Ucrania transfirió su arsenal nuclear a Rusia para su desmantelamiento.
Rusia, Estados Unidos y el Reino Unido se comprometieron a cambio a "respetar la independencia, la soberanía y las fronteras existentes de Ucrania". Lo que significa que con este acuerdo Rusia reconocía explícitamente que Crimea y las zonas de las regiones de Donetsk y Lugansk que ocupó en 2014 eran parte de Ucrania.