Varios alumnos en Kiev preparan mermelada y velas para los soldados en el frente
Puede que su país esté asolado por la guerra, pero para estos niños de Kiev existe, al menos a veces, la apariencia de una vida normal.
Hacer mermelada sería la típica actividad divertida para la mayoría de los escolares. En este caso, la que están haciendo irá a parar al frente.
"Tenemos un compañero de clase cuyo padre está en el frente. Así que vamos a enviarle la mermelada que estamos preparando", cuenta uno de los chicos.
En otra clase, los alumnos mayores hacen velas para los soldados en las trincheras. Una oportunidad de contribuir, en pequeña medida, al esfuerzo bélico.
En las comunidades de primera línea, profesores y alumnos han tenido que adaptarse a condiciones aún más duras. Cuando esta escuela en el este de Donetsk fue destruida por los bombardeos rusos, un educador transformó el salón de su casa en un aula.
El profesor Oleksandr Pogoryelov explica que "cuando la escuela quedó destruida, decidió dar clases en casa a los alumnos para que interactuaran entre ellos. Es mejor dar las clases en persona que online".
Mientras la guerra sigue, la vida escolar encuentra vías de escape. Aunque esté lejos de ser normal, el aprendizaje no se detiene.