Cómo España y Marruecos han alcanzado "una nueva etapa" tras medio siglo de crisis de vecinos

El primer ministro de Marruecos, Aziz Akhannouch, recibe al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, en el aeropuerto de Rabat-Sale, en Rabat, Marruecos, el miércoles 1
El primer ministro de Marruecos, Aziz Akhannouch, recibe al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, en el aeropuerto de Rabat-Sale, en Rabat, Marruecos, el miércoles 1 Derechos de autor AP Photo
Derechos de autor AP Photo
Por Marta Rodriguez Martinez
Compartir esta noticiaComentarios
Compartir esta noticiaClose Button

En los últimos 20 años las relaciones de ambos países han estado salpicadas por los desencuentros, hasta esta semana en la que se han reunido oficialmente, algo que no ocurría desde 2015.

PUBLICIDAD

La Isla de Perejil es un islote deshabitado y árido situado en el Estrecho de Gibraltar del que muy pocos en Marruecos o España habían escuchado hablar pero que casi conduce a ambos países a un conflicto armado. El 17 de julio 2002, 28 soldados españoles desalojaron a un grupo de gendarmes marroquíes que habían ocupado el territorio con el objetivo de “luchar contra la emigración ilegal y el terrorismo". 

Se trató de la primera crisis de gran magnitud entre ambos países del siglo XXI pero no la última. En los últimos 20 años las relaciones de ambos países han estado salpicadas por los desencuentros.

Sin embargo, algo ha cambiado esta semana.

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, habló este jueves de "una nueva etapa" en las relaciones con Marruecos durante la primera reunión bilateral desde 2015.

Sánchez precisó que este nuevo ciclo supondrá un diálogo permanente en todos los asuntos que afecten a los dos países "sin recurrir a actuaciones unilaterales" y abordando cualquier tema "por complejo que sea".

Euronews ha hablado con Eduard Soler, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Autónoma de Barcelona, para entender cómo han llegado a este punto. 

De Perejil a Ceuta: medio siglo en crisis

"Las relaciones entre España y Marruecos siempre han sido complicadas", explica Soler, "entre otras cosas porque hay problemas de soberanía".

La crisis de la isla de Perejil ejemplifica la intensidad de sus encontronazos. La situación se prolongó durante 15 meses y se agravó hasta el punto en el que Estados Unidos tuvo que mediar.

 En el centro de la animadversión entre vecinos se encuentran los enclaves de Ceuta y Melilla, situados al norte de Marruecos, pero de soberanía española desde desde 1640 y 1497, respectivamente.

eForge - Creative Commons Attribution 3.0 Unported
La isla Persil vista desde la costa africana.eForge - Creative Commons Attribution 3.0 Unported

"Luego ha habido, intentos de reparar esta esta relación, de evitar que crisis como estas pudieran suceder", señala Soler, "pero durante estos 20 años también lo que hemos visto es como ha habido momentos en que la inmigración ha envenenado las relaciones o ha sido utilizada a veces, a menudo por parte de Marruecos, como un elemento para a demostrar a España los costes de no llevarse bien y los beneficios de de sí hacerlo".

Precisamente, esto fue lo que ocurrió en mayo de 2021 cuando Marruecos abrió durante 48 horas la frontera permitiendo el acceso de 10.000 emigrantes irregulares en la ciudad española de Ceuta, que no alcanza los 90.000 habitantes.

Se trató de una represalia por la acogida de las autoridades españolas a Brahim Ghali para que fuera tratado en un hospital en España. La vida del líder saharaui corría grave peligro por una infección de COVID-19. Fueron los medios escritos marroquíes lo que descubrieron su paradero e hicieron saltar las alarmas diplomáticas en Marruecos.

"Fue respondido por parte de Marruecos con el argumento de que Marruecos no podía ser un socio de conveniencia con el que cooperas en unos temas y no en otros", explica Soler.

El enquistado conflicto del Sáhara Occidental

La cuestión del Sáhara Occidental ha sido otra de las principales piedras en la rueda de las relaciones entre ambos países.  

Marruecos lleva ocupando el Sáhara Occidental desde principios de la década de 1970, cuando los últimos militares españoles abandonaron a su suerte lo que era entonces una provincia española.

Siguiendo el protocolo de descolonización de la ONU, la España de Franco accedió en 1967 a organizar un referéndum de autodeterminación, pero la promesa nunca se cumplió.

Desde entonces Marruecos reclama la soberanía del territorio y España nunca se había pronunciado al respecto, hasta marzo de 2022. El Gobierno de España entonces se posicionó por primera vez  favor del plan de autonomía de Marruecos frente al derecho de autodeterminación del pueblo saharaui.

"No hay duda de que España quiere esa reconciliación con Marruecos, puesto que considera peligrosa una situación en la que no haya una relación normal con su vecino del sur", señala Soler el motivo de este cambio de postura.

PUBLICIDAD

"Y Marruecos, consciente de esta necesidad por parte del Gobierno español, ha intentado jugar bien con los tiempos, con los símbolos,  para intentar arrancar tantas concesiones como pueda, que es lo que hace cualquier actor en el sistema internacional". 

Un nuevo ciclo: "ver el vaso medio lleno"

La gran incógnita de la reunión bilateral era si el rey Mohammed recibiría en persona a Pedro Sánchez.

Pero no fue así, su conversación fue finalmente telefónica

"Evidentemente esto puede haber deslucido de alguna forma el simbolismo de la reunión", comenta  Soler. "De hecho, la oposición política en España lo estaría utilizando para considerar que este gobierno no habría satisfecho los objetivos que se buscaban en sus relaciones con Marruecos". 

"Pero seguramente eso es todo, ver el vaso medio lleno o medio vacío".

PUBLICIDAD

Si hay que ver el vaso medio lleno, los dos países se han comprometido a abordar todos los aspectos de su relación manteniendo siempre abierta una comunicación "sin recurrir a actuaciones unilaterales y sin dejar fuera ningún tema por complejo que éste sea".

Entre los asuntos abordados, Sánchez hizo referencia al renovado compromiso en materia migratoria.

"Es más fácil que se puedan producir avances concretos en temas muy sensibles, como pueda ser el de la cooperación en materia migratoria, de la lucha antiterrorista y también la gestión de las fronteras terrestres de Ceuta y Melilla con Marruecos", señala Soler.

"En concreto, hemos acordado que las aduanas comerciales de Ceuta y Melilla van a seguir abriendo de manera ordenada y progresiva", añadió Sánchez.

Compartir esta noticiaComentarios

Noticias relacionadas

NoComment | Una maratón de 6 días en el desierto del Sáhara con más de mil corredores

¿Hay solución para el Sáhara Occidental? Marruecos y el Frente Polisario retoman conversaciones

El Sáhara Occidental, Marruecos y España: memoria de un conflicto olvidado