El informe final de la Comisión Independiente para el Estudio de los Abusos Sexuales en la Iglesia Católica Portuguesa se hará público el 13 de febrero.
PUBLICIDADEl 13 de febrero se hará público el informe final de la Comisión Independiente para el Estudio de los Abusos Sexuales en la Iglesia Católica Portuguesa.
En octubre, la comisión ya había validado 424 testimonios, pero la mayoría de los casos ya habían prescrito jurídicamente. El presidente de la Comisión Independiente para el Estudio de los Abusos Sexuales en la Iglesia Católica Portuguesa, declaró lo siguiente:
"Las situaciones denunciadas ya cruzan mucha información idéntica, hecho que refuerza la coherencia de los testimonios y rastrea graves situaciones existentes desde hace décadas, tanto más evidentes cuanto más se retrocede en el tiempo, donde en algunos lugares han adquirido proporciones verdaderamente endémicas".
Las primeras cifras presentadas por la comisión no sorprenden a quienes trabajan en el ámbito de los abusos sexuales, como confirma **Carla Ferreira,**asesora técnica de la junta directiva de la Asociación Portuguesa de Apoyo a las Víctimas (APAV).
"Es un número significativo, pero tenemos que ser conscientes de que este número es sólo 'una gota' en este grupo de situaciones. Ya tenemos esta noción en relación con una perspectiva más general de los abusos sexuales, es decir, tenemos la percepción clara de que sólo se denuncia formalmente un tercio de las situaciones".
"Creo que es de esperarse, teniendo en cuenta la experiencia de otros países y lo que vamos conociendo de la realidad, que estas cifras aumenten en los próximos meses", opina el psicólogo e investigador Ricardo Barroso.
La Comisión Independiente para el Estudio de los Abusos Sexuales en la Iglesia Católica Portuguesa recibió el premio 2022 de la Asociación Portuguesa de Apoyo a las Víctimas.
"Lo que tenemos es la percepción de que este tipo de movimientos de divulgación son siempre positivos, no sólo para quienes han sido objeto de situaciones de violencia, sino también para todos nosotros como sociedad, porque nos convierte en una sociedad más atenta", insiste Ferreira.
Según Barroso, "las víctimas tienen que entender que lo que les ha pasado no puede volver a pasar y la Iglesia Católica tiene que demostrar clara y plenamente que esto no va a volver a pasar y que va a poner en práctica un conjunto de gestos, un conjunto de acciones concretas, como la denuncia, como el apoyo desde el punto de vista psicoterapéutico que puede ofrecer incluso a los miembros de la Iglesia Católica, como evidentemente la responsabilización de los agresores, como el apoyo que puede dar a potenciales víctimas en el futuro".
Desde Oporto, nuestra enviada especial Filipa Soares informa:
La Iglesia católica se declara dispuesta a "tomar las medidas adecuadas". El 3 de marzo se celebrará una Asamblea Plenaria del episcopado católico portugués, para seguir analizando el informe final de la Comisión.