Los sindicatos franceses llamaron al Gobierno de Emmanuel Macron a "escuchar" el descontento del "mundo de los trabajadores" durante la quinta jornada de movilizaciones contra la reforma del sistema de pensiones que quiere implantar el Ejecutivo, menos masiva que las anteriores pero aún numerosa
PUBLICIDADLa batalla épica entre los sindicatos franceses y el Gobierno sobre la reforma de las pensiones sigue siendo tan intensa como siempre. Decenas de miles de personas se manifestaron en todo el país en la quinta jornada de protesta contra el proyecto de retrasar la edad de jubilación a los 64 años. Aunque en algunos lugares la afluencia fue menor que en convocatorias anteriores, los sindicatos afirman que la lucha sigue siendo fuerte.
Murielle Guilbert, codiputada general del sindicato Solidaires, destaca: "Queríamos demostrar que este movimiento es muy poderoso, muy profundo. Hay ciudades muy pequeñas donde hay 400 personas, hay ciudades medianas donde hay más de 40.000, 50.000 personas, así que es algo excepcional, y el Gobierno tendrá que darse cuenta de lo que está pasando".
François Hommeril, secretario General del sindicato CFE-CGC, señala: "Estamos enviando un mensaje contundente a quienes nos gobiernan en París, con quienes trabajamos a diario: Cuidado con lo que hacéis, porque tiene consecuencias muy, muy lejos de donde tomáis las decisiones. "
El enfado por las reformas explotó en París, donde un pequeño número de estudiantes causó daños materiales y se enfrentó a la policía. El reto para los sindicatos es mantener un nivel de oposición pública visiblemente alto a las propuestas del Gobierno.
Los anteriores intentos de reformar las pensiones fracasaron ante la resistencia popular.
Para los representantes de los trabajadores, esta nueva jornada de movilizaciones -la cuarta de huelgas interprofesionales y la quinta, en total, de manifestaciones de nivel nacional desde la presentación del proyecto de ley en enero pasado- ha sido un nuevo éxito pese a haber tenido un seguimiento menos masivo.
"El descontento, la combatividad y la determinación están intactos", recalcó Berger, que recordó, por ejemplo, que incluso aunque en parte de Francia es época de vacaciones escolares las manifestaciones están siendo numerosas.
"Estamos en un movimiento social que es el más grande de los últimos 30 o 35 años", agregó el líder de la CFDT.